Telefónica busca una remontada llena de obstáculos y en la que pocos creen
Telefónica no logra impulsar su cotización a pesar de recaudar noticias positivas para su futuro, como la fusión entre Orange y Másmóvil
Telefónica es protagonista directa o indirecta de noticias a priori positivas para su futuro, como la presentación de resultados de 2021 en que multiplicó por cinco su beneficio y se permitió volver al dividendo en efectivo, o un pacto de fusión entre Orange y Másmóvil que beneficiará a todo el sector de telecomunicaciones en España, según las fuentes consultadas.
La cotización de la empresa de telecomunicaciones dirigida por José María Álvarez-Pallete, sin embargo, no logra despegar el precio de sus acciones de la frontera de los 4 euros, que marca la media de su gráfica en el último año.
En el último mes, de hecho, el precio de sus acciones ha bajado el 9,3 por ciento desde los 4,42 euros hasta los 3,98 euros con los que cerró la sesión del jueves, afectado por circunstancias externas, como la guerra de Ucrania, que siguen ensombreciendo su cotización.
Telefónica, por tanto, parece tener todas las cartas en su mano para conseguir que su despegue bursátil sea esta vez definitivo, pero el pesimismo del mercado ante su futuro sigue siendo la tendencia imperante.
La consolidación en España beneficia a Telefónica a pesar del posible 'sorpaso'
La fusión entre Orange y Másmóvil es, en opinión de múltiples fuentes del mercado, positiva para Telefónica.
El motivo para sostener esta afirmación es que la operación reduce el número de competidores en un mercado altamente competitivo, y apuntala así uno de los elementos que los analistas señalaban como necesario para que el valor de la empresa española repuntara en el próximo año.
Este efecto colateral positivo para Telefónica lo explicaban desde Bloomberg Intelligence indicando que, gracias a la consolidación del mercado, Telefónica "puede aliviar la competencia de precios y domar el enfoque comercial disruptivo de Másmóvil".
La casa de análisis sostenía su perspectiva en el hecho de que las ventas de la nueva empresa creada a partir de la fusión entre Másmóvil y Orange representarían el 26 por ciento del mercado español, frente al 44 por ciento que seguiría conservando Telefónica.
El análisis de Bloomberg Intelligence, además, no prestaba especial atención al hecho de que la unión de fuerzas entre los actuales tercer y cuarto operadores por volumen de clientes resulte en la creación de una compañía líder en cuanto a número total de usuarios en España.
De acuerdo a sus cálculos, la integración de ambas empresas tras la fusión podría traducirse en una cuota conjunta que acapararía el 43 por ciento del mercado móvil y el 41 por ciento de la telefonía fija, en comparación con el 28 y el 36 por ciento que Telefónica atesora en estos momentos.
Pese a estos datos, y al hecho de que Telefónica fue la compañía que más líneas netas de teléfonos móviles perdió en enero, con 31.018, mientras que Másmóvil se situó como la que más ganó, con 8.094, desde Bloomberg Intelligence afirmaban:
"Telefónica puede sacar provecho de la consiguiente consolidación del mercado porque el rival surgido de la fusión, con un endeudamiento elevado y bajo la codirección de Orange, supondría una amenaza limitada".
Esta perspectiva la compartía también Juan Peña, analista de GVC Gaesco, que apuntaba que "al final a Telefónica lo que le importa es que los márgenes mejoren, que los outputs no caigan… Si para eso tiene que ser el número dos, pues será el número dos".
De todas maneras -añade Peña- "habrá que ver los remedies que se formalizan en la operación porque a lo mejor hay algún tipo de escisión de redes o de clientes a terceros que haga que esa situación pueda cambiar".
Telefónica ha hecho parte de su trabajo para remontar, pero tiene que aclarar su futuro
Otro punto a favor de Telefónica es que ha dedicado gran parte del último año en aliviar una losa que afectaba muy severamente a su desempeño, el de una deuda desorbitada que ha ido liberando progresivamente con la venta de activos, elemento que destacaban desde Bankinter.
Lo valoran positivamente: "La reducción significativa de la deuda, que aleja el riesgo a una rebaja del rating del grupo y da sostenibilidad al dividendo".
El problema, no obstante, es que esta línea de ataque de Álvarez-Pallete para solucionar los problemas de su empresa se ha llevado a cabo a la vez que se trabaja en otro frente que también necesita atención urgente, el de la transformación de la compañía.
"El problema de Telefónica es que está en dos momentos a la vez", explicaba Ángel Barbero, director de estrategia e innovación de Nateevo y profesor del EAE Business School.
Por un lado, cuenta Barbero, Telefónica tenía que resolver el problema de su elevada deuda, y por otro, acometer un proceso de cambio que ofrezca "una propuesta de valor a través de la diversificación de sus actividades".
Como parte de este proceso, Telefónica busca maneras de hacer más atractiva su oferta audiovisual, donde las especulaciones del mercado apuntan a la búsqueda de un socio industrial que le ayude a dinamizar sus contenidos, y para la que de momento ha fiado toda su suerte a contar con los derechos de la liga de fútbol española.
Los analistas no terminan de apostar por su subida
En este contexto, Telefónica no termina de despejar el camino a sus acciones para romper los 4 euros, y el consenso de analistas no termina de apostar por una subida firme de la cotizada del IBEX 35.
A fecha del 11 de marzo, el precio objetivo se sitúa en 4,71 euros, a pesar de que las últimas actualizaciones de precio sobre la compañía de telecomunicaciones han reiterado las recomendaciones bien de compra o neutrales sobre sus títulos, asignando precios objetivos que van desde los 4 euros hasta los 6,43 euros.
Dentro del consenso de analistas, además, tan solo 4 expertos optan por vender las acciones, en comparación con 14 consejos de compra y 15 neutrales. Telefónica busca su remontada, pero el mercado se mantiene cauto.