Grifols: la gasolina de la FDA y Berenberg no dura ni una sesión
Grifols quemó de golpe las buenas noticias que recibía de la FDA estadounidense y las recomendaciones positivas de Berenberg
En un vertiginoso viaje de ida y vuelta, las acciones de Grifols quemaron en un momento la gasolina súper que le inyectaron ayer.
El valor llegó a dispararse más de un 5 por ciento, borrando las pérdidas del día anterior, de más del 2 por ciento, cuando se conoció que la opa de exclusión iba a sufrir un nuevo retraso porque el fondo canadiense Brookfield sigue sin conseguir la financiación que necesita la operación.
Grífols volvía a subir en bolsa por un doble motivo. Por un lado, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) daba el visto bueno a su sellador de fibrina basado en proteínas plasmáticas para controlar las hemorragias quirúrgicas en pacientes pediátricos.
Precio objetivo en los 19,40€
Por otro, Berenberg confirmaba su visión optimista sobre la compañía. Insistía en su recomendación de compra con un precio objetivo en los 19,40 euros.
Los analistas de la firma alemana están convencidos de que Grifols va a sorprender con sus resultados trimestrales que presentará el 7 de noviembre y va camino de cumplir con sus previsiones de ebitda para 2024 de 1.800 millones de euros.
Con esta gasolina de primera calidad, Grifols llegó a tocar los 10,46 euros. Pero fue un espejismo. Rápidamente se quedó sin recorrido y empezó a caer hasta cerrar con un recorte del 0,30 por ciento, por debajo de los 10 euros. Concretamente en los 9,97 euros.
A pesar de estas buenas noticias, los inversores vuelven enseguida a la realidad, que apunta a que la gestión de la opa de exclusión no va por el camino esperado.
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