Iberdrola: dos visiones contrapuestas sobre el caso Tándem
Iberdrola acumula golpes judiciales e institucionales que causan reacciones diferentes en España y los Estados Unidos
Iberdrola está viviendo una semana de malas noticias que demuestra que los mercados, pese a fenómenos globales como la variante ómicron que en ocasiones se apoderan de todos ellos, se mueven con una idiosincrasia particular que sí entiende de fronteras.
Mientras que en los Estados Unidos la filial española de Iberdrola, Avangrid, cayó un 2,81 por ciento tras conocerse la oposición mayoritaria de los reguladores a una fusión de esta con la empresa local PNM Resources; en España, la compañía energética se mueve lateralmente tras conocerse la fecha escogida para que Ignacio Sánchez Galán declare como investigado por el caso ‘Tándem’.
El caso de la presunta contratación del excomisario Villarejo que salpica a miembros de la directiva de Iberdrola echa más leña al fuego de su reputación en Norteamérica, pero en el mercado español se ha recibido con un simple: circulen, aquí no hay nada que ver.
La mala reputación de Iberdrola en EEUU
La Comisión de Regulación Pública de Nuevo México, la entidad ocupada de supervisar las compañías de servicios públicos, transporte y de suministros en el estado del suroeste de EEUU, expresó el jueves el rechazo de tres de sus cinco miembros al acuerdo que la filial americana de Iberdrola, Avangrid, había alcanzado con el conglomerado energético local PNM Resources.
El desacuerdo con esta fusión que Iberdrola valoró en 2020 en 8.300 millones de dólares se justificó porque, a ojos de los reguladores estadounidenses, la filial de la compañía española "tiene un historial horrible en el manejo de servicios públicos" en los Estados Unidos.
El CEO y presidente de PNM Resources, Pat Vincent-Collawn, aseguró estar "decepcionado" ante un debate producido en la comisión americana que a sus ojos "no propuso una perspectiva más equilibrada de la transacción propuesta, presentando una fotografía incompleta", a la vez que afirmó que continuarán luchando por su aprobación.
La muestra de adherencia por parte de los reguladores al informe de rechazo emitido por la comisaria Ashley Schannauer el pasado noviembre no significa que la fusión se haya vetado oficialmente, eso solo ocurrirá cuando se produzca una votación formal sobre la operación.
En lo que sí se tradujo la posición desfavorable del ente público estadounidense a esta operación fue en pérdidas del 2,81 por ciento en Avangrid, y del 6,31 en PNM Resources.
La justicia pone fecha al testimonio de Sánchez Galán
La negativa de la Comisión de Nuevo México a la fusión de Avangrid con PNM Resources refuerza, además, la perspectiva emitida en el informe de 445 páginas de Schannauer de que Iberdrola y su filial "habían ocultado información sobre sus problemas" en otras partes del mundo.
Y los problemas de la empresa española en otra parte del mundo volvieron a saltar a la palestra cuando se conoció que el presidente de la energética, Ignacio Sánchez Galán, comparecerá ante el juez el próximo 18 de enero para declarar por el presunto espionaje al presidente de ACS, Florentino Pérez.
Galán tendrá que hacer frente a la justicia después de haber sido imputado por su supuesta participación en la trama de espionaje tejida en torno al excomisario Villarejo, pero el mercado no ha reaccionado.
A pesar de que en el momento de su imputación los analistas sí rebajaron su recomendación sobre Iberdrola desde ‘comprar’ hasta ‘neutral’ y redujeron su precio objetivo desde 13 euros a 11,70 euros por acción, el mercado parece haber descontado esta amenaza a la buena gobernanza de la compañía, y ha permanecido inmutable tras el anuncio de la citación por parte del juez de refuerzo de la Audiencia Nacional, Joaquín Gadea.
Las acciones de Iberdrola durante la sesión del viernes, de hecho, subieron un 0,66 por ciento situando su precio en 9,69 euros por título.
La vida sigue para la empresa
Al margen de los golpes judiciales y burocráticos a los que se enfrente Iberdrola, la compañía ha seguido avanzando en su operativa diaria y, de hecho, ha emitido dos anuncios importantes tanto el jueves como el viernes.
El primero es el acuerdo alcanzado con la compañía sueca H2 Green Steel para construir una planta de hidrógeno verde de 1.000 MW de capacidad instalada que supondrá una inversión estimada en 2.300 millones de euros y cuyo inicio de la producción se espera para 2025 o 2026, de acuerdo al comunicado de la empresa española.
El segundo es que Iberdrola, a través de su filial Scottish Power Overseas, ha cerrado la venta de su negocio de almacenamiento de gas, en una operación que encuadra dentro del marco de rotación de activos no estratégicos de su plan estratégico 2020-2025.