IBEX 35: ¿qué hacer con las acciones de Meliá?
Meliá encaja una de las mayores caídas del IBEX 35 desde que estalló la crisis de Credit Suisse, pero se mueve en zonas de cotización relevantes que pueden dejar buenas oportunidades
El IBEX 35 recuperó la calma tras el colapso y venta de Credit Suisse a UBS, pero algunas de sus cotizadas siguen cogidas con alfileres. Una de ellas es Meliá Hoteles, que encaja una caída del 6 por ciento desde que trascendieron los problemas del banco suizo hace justo una semana.
La cadena hotelera empezó el año muy entonada en bolsa tras sufrir el acoso de los inversores bajistas y dejar atrás la pandemia sin tener que inyectar capital.
Además, los resultados anuales superaron las expectativas del mercado y mostraron la recuperación del segmento de negocios, junto con unas cifras sólidas de demanda y ocupación.
En concreto, la ocupación se recuperó un 62 por ciento en 2022, el 50 por ciento más en tasa interanual, mientras que “logró repercutir” las subidas de la inflación con un alza de precios del 26 por ciento, según calcularon los analistas de UBS.
Meliá, expuesta a la ralentización del consumo residencial
No obstante, la crisis de Credit Suisse llegó en el peor momento para Meliá. La cadena tiene un 67 por ciento de clientes en Europa y está muy expuesta a una ralentización de la economía. Es lo que está descontando el valor con sus recientes caídas.
“El consumo discrecional es más secundario en el caso de que haya una recesión y la gente tenga problemas”, dijo a finanzas.com Joaquín Robles, analista en XTB.
“Meliá está muy expuesta a los gastos discrecionales y es posible que los mayores precios de los hoteles ya no sean tan asequibles para algunas familias”, argumentó UBS.
Se trata de una cuestión de expectativas, del “miedo generalizado” a los problemas del sector financiero y a la posibilidad de que haya un “efecto dominó”, dijo a finanzas.com Diego Morín, analista en IG. Es lo que está lastrando a sectores cíclicos como el turismo.
De esta forma, UBS ajustó a la baja sus expectativas para Meliá y recortó su proyección de ocupación entre el 1 y el 3 por ciento para los próximos tres años. Además, el banco suizo espera recortes de precios en torno al 3 por ciento a partir del segundo semestre.
En su opinión, dados los actuales problemas macroeconómicos, las expectativas actuales de Meliá “están en riesgo”.
El apalancamiento de Meliá, en niveles elevados
Las fuentes consultadas destacaron igualmente el alto apalancamiento de la cadena hotelera. Antes del coronavirus, la deuda era de 571 millones de euros y en 2022 alcanzó los 1.210 millones. Esto supone pasar de una ratio deuda/ebitda ajustado de 2 a 5 veces.
La cuestión es que la compañía ha retrasado la venta de activos y tiene que atender vencimientos de 400 millones durante los próximos dos años, “lo que implica que el apalancamiento de mantendrá muy por encima de los niveles históricos”, dijo UBS.
No obstante, los ingresos de los consumidores europeos “empiezan a resentirse y la demanda pronto podría comenzar a debilitarse”, lo que podría erosionar la capacidad de la cadena para fijar precios, dijeron las fuentes consultadas.
¿Qué hacer con las acciones de Meliá?
Para los inversores, ahora es el momento de tomar decisiones. Quienes están dentro del valor y han aguantado la caída, “lo mejor es esperar”, consideró Robles. La acción tiene un soporte muy relevante en torno a los 5,5 euros y se puede esperar el rebote.
Por el contrario, en UBS tienen clara la situación y acaban de recomendar vender Meliá, con precio objetivo justo en los 5,5 euros.
Para inversores que no están dentro, el director de análisis de la revista Inversión, Josep Codina, propone dos alternativas.
En primer lugar, si la corrección de Meliá sigue su curso, se podría aprovechar una posible entrada en los 5,2 euros, que es donde está la base del canal de avance.
En caso de que Meliá recupere posiciones, Codina marcó como zona importante los 5,87 euros, que dejarían al valor con rango lateral y opciones para buscar “la zona de altos, entre los 6,4 y los 6,6 euros.
Como resumieron los expertos consultados, ahora toca esperar y ver. Puede ser “un proceso de corrección corta por la volatilidad de los últimos días, o una salida de inversores a otros sectores”, explicó Morín.