La CNMC lleva la opa de BBVA al Sabadell a la fase 2 y emplaza el dictamen a 2025

La CNMC decidirá sobre la opa de BBVA al Sabadell en 2025, tras aprobar la fase 2 de estudio, ante la complejidad de la operación

La Comisión de los Mercados y la Competencia (CNMC) decidió ampliar los plazos para analizar la opa hostil de BBVA sobre Banco Sabadell, entrando en lo que se conoce como fase 2, lo que retrasará su dictamen hasta 2025.

La complejidad de la operación y la cantidad de actores implicados en la transacción han hecho que el regulador de la Competencia en los mercados españoles opte por un estudio minucioso de la opa, lo que explica el retraso y probablemente la exigencia a BBVA de mayores condiciones (conocidas como remedies en el argot del sector).

Esta fase hacia la que entrará la opa es mucho más compleja, ya que se tendrá en cuenta la opinión de distintos actores, como la competencia de ambas entidades, las asociaciones empresariales, los sindicatos, los consumidores o los distintos grupos de interés afectados.

El sector económico afectado por la operación es el financiero, especialmente el de servicios bancarios y el de servicios de pagos. Adicionalmente, las partes están simultáneamente presentes en el mercado de producción y distribución de seguros, en el de fondos y planes de pensiones y en el mercado de gestión de activos.

"A la vista de las circunstancias de la operación y su afectación potencial al mantenimiento de la competencia efectiva, la Sala de Competencia ha resuelto, en aplicación del artículo 57.2.c) de la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Competencia, profundizar en el análisis del expediente en la segunda fase del procedimiento", dijo la CNMC en un comunicado.

Plazo de alegaciones

No obstante, el regulador dejó claro que la entrada en la fase 2 no supone prejuzgar las conclusiones definitivas del organismo en relación al dictamen final de la operación.

En la primera fase del procedimiento se ha realizado una investigación detallada sobre la situación de competencia en los mercados afectados. "Esta redundará en una mayor eficiencia en el análisis durante la segunda fase, cuyo objeto es profundizar en el estudio de la operación", recordó el regulador.

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De esta forma, el Banco de Sabadell y otros terceros con interés legítimo podrán presentar alegaciones. "También la notificante podrá formular alegaciones y aportar más información. Asimismo, se solicitará un informe preceptivo a las comunidades autónomas en las que la concentración incida de forma significativa", remachó la CNMC.

El peor escenario para BBVA

Entrar en este escenario era la peor opción para BBVA, según han reconocido directivos del banco vasco, en la medida en que la transacción se retrasará y porque la CNMC puede imponer condiciones más duras.

Como explicaron los analistas consultados por finanzas.com, es de esperar que la opa se resuelva como poco en el primer trimestre de 2025. BBVA tenía esperanzas de que la operación no llegase a esta fase con el argumento de lo que sucedió con la fusión entre Caixabank y Bankia.

De hecho, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, señaló a mediados de octubre que llegar a fase 2 el calendario "se puede extender varios meses más, hasta bien entrado el primer trimestre de 2025".

No obstante, desde el principio quedó claro que la complejidad de ambas operaciones no es la misma. A partir de ahora, se abre un periodo de más incertidumbre y de presión para la cotización de ambos bancos, porque la opa tiene muchas papeletas para descarrilar.

En concreto, los expertos consideran que las condiciones que imponga la CNMC en caso de que finalmente apruebe la operación podrían significar venta de activos, pérdidas de ingresos y muy problemente sinergias negativas.

En estas condiciones, será complicado que el banco que preside Carlos Torres cuadre los números de una operación que ya iba muy justa y en la que BBVA ni siquiera ha podido incrementar su oferta en efectivo, limitándose tan solo a ajustarla por el pago de dividendos.

Más tiempo para Banco Sabadell

Alternativamente, el retraso de la opa ofrece más tiempo para Banco Sabadell para organizar su defensa, e incluso incrementar el dividendo ofrecido a sus acionistas, algo que podría anunciar en febrero con la presentación del cierre de 2024.

El consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, ya dejó abierta esta posibilidad en la reciente conferencia con analistas. Todo dependerá de cómo cierre el año Banco Sabadell, que de entrada planea distribuir un suelo de 2.900 millones de euros en dividendos en los próximos dos años.

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