La crisis de Ucrania amenaza a los rivales low cost de IAG

Los rivales de bajo coste de IAG, en especial Wizzair y Ryanair, enfrentarán más problemas si las tensiones en Ucrania derivan en un conflicto armado

La vuelta a la normalidad con la que sueñan IAG y las aerolíneas europeas podría retrasarse en caso de que la crisis que enfrenta a Rusia con la OTAN por Ucrania derive en un conflicto armado, lo que amenaza en particular a los rivales low cost de IAG.

La matriz de Iberia consiguió frenar las caídas al borde del precipicio, pero cerró un mes de enero agridulce: se anotó una subida del 10 por ciento, pero terminó lejos de los máximos que marcó en el arranque y fracasando en el ataque a los 2 euros.

Un comportamiento más discreto tuvo Air France, que rebotó en enero el 3,9 por ciento, y peor aún le fue a Wizzair, que perdió en bolsa casi un 3 por ciento. Solo Lufthansa, con una subida del 9 por ciento, se aproximó a los guarismos de IAG.

Lo que sí refleja el castigo a Wizzair son las incertidumbres que introdujo en el mercado la inesperada crisis de Ucrania. Y es que precisamente es la aerolínea con más riesgo por esta crisis.

El riesgo de Wizzair con Ucrania

En concreto, la compañía húngara opera 117 rutas desde seis aeropuertos en Ucrania y es sin duda la compañía más expuesta a las tensiones en el país, como así lo ha descontado el mercado.

De acuerdo con un análisis del broker Berenberg, Wizzair tiene alrededor del 9 por ciento de su capacidad programada para hacer aterrizajes en Rusia o Ucrania en el primer trimestre de este año, frente al 6 por ciento que tenía en 2019.

La crisis de Ucrania llegó en un mal momento, pues el grupo húngaro está tratando de contratar personal y hacerse con más aviones para aumentar su capacidad en el Reino Unido, ante la relajación de las restricciones.

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Wizzair es una compañía centrada en Europa del Este, justo el epicentro de la crisis. Sin ir más lejos, recientemente anunció un importante incremento de su capacidad dentro y fuera de Ucrania, después de que el país firmara el acuerdo de cielos abiertos con la UE en octubre.

Los ecos de la crisis también llegarán a IAG

Aunque la crisis se ha calmado en los últimos días, el grupo húngaro tiene mucho en juego en términos de capacidad. Y las tensiones aún no han desaparecido, lo que se convierte en un factor de riesgo para las aerolíneas europeas.

Sin ir más lejos, Ryanair también se vería afectada, según estiman en Berenberg, pues tiene el 3 por ciento de su capacidad comprometida en Rusia y Ucrania.

De hecho, el broker ve peligro incluso para las aerolíneas que no estén directamente afectadas por el riesgo de un conflicto armado, como es el caso de IAG. En este caso, el peligro vendría por el potencial incremento de los costes de combustible.

“La racha sostenida de tensiones geopolíticas también podría afectar a los precios del petróleo”, argumentaron en la firma de inversión.

Según los cálculos de Berenberg, el coste del combustible para aviones aumentó un 20 por ciento desde principios de enero, lo que ha dejado el petróleo Brent por encima de los 90 dólares el barril.

“Un incremento de los precios del combustible podría lastrar la esperada recuperación de los beneficios, incluso aunque se pudiera retrasar su efecto por cualquier cobertura anticipada”, zanjaron los analistas.

IAG estabiliza la cotización

Con estas noticias, las acciones de IAG estabilizaron su cotización en el nivel de los 1,8 euros, con lo que se mantiene alejadas del peligroso soporte de los 1,7 euros.

Según los analistas técnicos consultados por finanzas.com, la clave está en recuperar la media de 200 sesiones, que pasa por el nivel psicológico de los 2 euros.

Esta es una zona de fuerte congestión entre oferta y demanda contra la que ya se estrelló la aerolínea en enero. Pero su superación abre la vía hacia los 2,2 euros, una conquista que aceleraría el impulso alcista.

Las dudas de Air Europa

En el frente de las noticias, la matriz de Iberia sigue en negociaciones para la compra de Air Europa, tras extenderse el plazo para alcanzar un acuerdo que tendría que haberse cerrado en enero.

“La noticia no tiene impacto y pone de relieve lo que ya sabemos, las discrepancias que existen entre las partes por, entre otras cosas, la afirmación del auditor”, dicen este martes los analistas de Banco Sabadell.

En concreto, estos expertos hacen referencia a las dudas expresadas por KPMG, el auditor de Globalia.

De acuerdo con su informe, existe una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre las capacidades de Globalia para continuar como empresa en funcionamiento.

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