La gran decisión de ACS: ¿Comprar o enjugar deuda? Los inversores se impacientan
ACS resiste la presión, pero deberá aclarar más pronto que tarde a qué destinará 5.000M€ en liquidez
ACS recibirá a cierre de año 5.000 millones de euros por la venta de su filial industrial, Cobra, a Vinci. El consejo de administración comandado por Florentino Pérez aún no ha comunicado qué hará con el beneficio logrado gracias a la operación.
Pérez comentó a los analistas en octubre que una parte de la cantidad podría destinarse a la compra de la filial italiana de autopistas de Atlantia, socio de Abertis de la cual ACS controla el 50 por ciento menos una acción.
La oferta en firme nunca llegó, pero el presidente de la constructora dejó la puerta abierta a operaciones corporativas y esta es también la opción preferida por el mercado, aunque con dicho importe se borraría de un plumazo la deuda.
Las inversiones importan más que la reducción de deuda
La deuda se elevó durante los nueve primeros meses del año en 894 millones de euros, hasta los 3.573 millones, respecto al mismo periodo del año pasado. Pese a ello, los expertos señalan que toca realizar nuevas adquisiciones y estas deben ser en el corto plazo.
Las entidades de inversión apremian a ACS a que se pronuncie al respecto. Morgan Stanley señaló en su último informe que se necesita “más claridad sobre la reinversión, que no esperamos que llegue hasta el segundo trimestre de 2022 como pronto”.
Los analistas tienen claro que una de las claves del futuro para el negocio y la cotización “sigue siendo la potencial inversión de los 5.000 millones obtenidos con la venta a Vinci”, comenta el analista de Bankinter Juan Tuesta.
Las compras se focalizarían en la división de concesiones
La reinversión podría llegar “en los próximos trimestres” y ésta “debería suponer un catalizador positivo para la evolución de la cotización”, después de unos resultados hasta septiembre “mejor de lo esperado”, señala Tuesta.
La única pista que ha dejado la compañía al respecto es que su objetivo es aplicar el importe para el negocio de concesiones, lo cual se encuadra dentro del giro estratégico de la empresa hacia esta división.
El responsable de la mesa de valores de Singular Bank, Guillermo López Goyoaga, señaló que, con independencia de los posibles acuerdos de adquisiciones, Abertis cuenta con 9.100 millones en efectivo y sin vencimientos de deuda significativos hasta 2023.
Abertis tiró del carro de los resultados para que el grupo cerrase los nueve primeros meses del año con un incremento del beneficio del 24 por ciento. Los expertos creen que es un catalizador positivo para la cotización y un músculo más para su expansión.
ACS pone el foco en los Estados Unidos y Australia
Los economistas de Bloomberg Intelligence también ponen el foco en la liquidez tras los resultados y estiman que los “mejores flujos de caja”, unidos a la cartera de pedidos con una relación libro-construcción en aumento a 25 meses, “ofrecen una gran visibilidad hasta 2023”.
Los expertos coinciden en que, dentro de un perfil concesionario, Norteamérica será la geografía elegida por el grupo para expandirse y más concretamente de la mano del programa de infraestructuras promovido por Joe Biden.
“Hay oportunidades sólidas para la cartera de proyectos en América del Norte”, señalan desde Bloomberg Intelligence, y desde Singular Bank añaden que está en disposición de “aprovechar bien la actual coyuntura macroeconómica con el plan de Biden”.
ACS tampoco se olvida del eje Asia-Pacífico a través de su filial australiana Cimic la cual se está convirtiendo en un motor de lograr contratos continuados en dicho país.
El mercado descarta así ver grandes movimientos del grupo en el Viejo Continente. El posicionamiento actual de ACS en Europa y la compra fallida en Italia invitan a la comunidad financiera a que la expansión del grupo está lejos de su lugar de nacimiento.