La renta fija cree en IAG: los bonos marcan la mayor subida diaria en su historia
Los bonos de IAG, que descontaban un escenario demasiado negativo, rebotan con fuerza y ponen en precio las mejores perspectivas de inflación y recuperación de beneficios
Los bonos con vencimiento en 2029 de International Consolidated Airlines Group (IAG) experimentaron la mayor subida intradía desde que empezaron a cotizar en marzo de 2021. El fuerte repunte también se vio en la deuda de más corto plazo, con vencimiento en 2023.
Este tipo de bonos los suelen comprar casi exclusivamente inversores profesionales y gestores de fondos. En marzo ya marcaron un fuerte avance con las noticias de una desescalada militar rusa.
Ahora, la caída del petróleo desde los máximos de julio, la tendencia ascendente en las expectativas de beneficios de IAG y el incremento de tipos que se espera por parte del BCE, son algunos de los factores que explican este nuevo repunte, según las fuentes consultadas por finanzas.com.
Un escenario demasiado negativo para IAG
En primer lugar, la deuda del grupo está cotizando noticias demasiado adversas, producto del entorno turbulento al que se enfrentan las compañías, no solo la matriz de Iberia.
“Los bonos habían llegado a un nivel en el que estaban descontando escenarios que parecen irreales. Ha pasado en todas las aerolíneas, pero en IAG en particular”, dijo a finanzas.com David Ardura, director de inversiones de Finaccess Value.
Además, los bonos se mueven la por “la inflación, las tasas de ocupación aérea, el precio del crudo y vuelos que vaya a operar la empresa”, añadió Alfonso Escárate, experto en gestión de family office. Es decir, por una conjunción de factores de mercado y expectativas sobre el grupo.
Tendencia de mejora
A juicio de Ardura, la deuda de IAG “había cotizado un escenario extremadamente adverso”. La cuestión, resume este experto, es que “si miras la evolución esperada de las cuentas de la compañía, en este trimestre no va a entrar en beneficios, pero ya tiene que tener una mejora sensible en ebitda, que de hecho tendría que ser positivo”.
De hecho, “la tendencia es que IAG vaya recuperando beneficios a partir del tercer trimestre”, recordó Ardura.
El hecho de que la tendencia de los resultados sea al alza mejora la capacidad de pago, las ratios de apalancamiento y es algo que debe descontar el bono, esa mejora esperada de las cifras de la empresa.
Capacidad financiera
En el fondo, las fuentes consultadas apuntaron que el rebote de los bonos refleja la mayor confianza en que la empresa pueda afrontar los repagos de su deuda.
Al final, la capacidad de pago depende de la generación de recursos, y en la medida en que la aerolínea va generando resultados positivos primero a nivel de ebitda y luego en neto y caja, está aumentando esa capacidad de pago con sus propios recursos, sin tener que ampliar capital.
La posibilidad de tener que recurrir al mercado nuevamente para incrementar el capital es uno de los principales temores desde que estalló la guerra en Ucrania. Es un riesgo que sigue presente, pero ahora mismo está muy amortiguado.
“Dado el alto nivel de liquidez de IAG, no creemos que sea necesaria una ampliación de capital a corto plazo, pero no podemos descartarlo definitivamente”, dijeron los analistas de JP Morgan.
Cuando el bono no hace más que reflejar una situación inestable y la empresa sigue con su senda de recuperación en resultados, llega un momento en el que “se tiene que ajustar a esto, incluso en un entorno de subidas de tipos y ampliación de diferenciales”, añadió Ardura.
Tipos al alza y materias primas
Por otro lado, el rebote de los bonos se produjo justo cuando trascendió que el BCE se está planteando anunciar una subida de tipos de 50 puntos básicos en la reunión de este jueves.
En este escenario, el mercado descuenta un mejor control de la inflación, lo que es un factor alcista para las compañías aéreas.
Este factor puede tener efecto, reconoció Ardura, pero más importante aún es la caída desde los máximos de junio que han experimentado los precios de las materias primas y el crudo.
“La caída supera el 20 por ciento en muchos casos y esto rebaja las expectativas de inflación, lo que para una empresa donde sus costes son en gran parte energéticos, mejora las perspectivas de los resultados futuros”, añadió este experto.