Las dudas insistentes sobre la fibra anclan a Telefónica en terrenos peligrosos

Telefónica pierde un 7 por ciento desde que trascendió su interés por vender la fibra en España. Roza niveles críticos de soporte

Las acciones de Telefónica encajan una caída superior al 7 por ciento desde que trascendió a principios de octubre la intención de la multinacional de vender su red de fibra en España. Como avanzó finanzas.com, la colocación en el mercado de la fibra española generó dudas respecto a la racionalidad de la operación. Los expertos no veían la urgencia de vender tan rápido la joya de la corona.

Por ejemplo, en Banco Sabadell sostienen que no hay prisa por vender estos activos y no creen que se vaya avanzar a corto plazo por esta vía. La fibra en España ya está desplegada por completo y no hay inversiones pendientes que justifiquen la búsqueda rápida de un socio.

En Goldman Sachs tampoco aprecian el encaje estratégico, más allá del precio. Pero la visión más crítica es la de Barclays. “No esperamos crecimiento a corto o medio plazo”, dijo el banco británico, según avanzó finanzas.com.

Difícil ver una revisión al alza en las valoraciones de Telefónica

“La rebaja de Barclays y la venta de la filial en El Salvador han podido acelerar la caída pero lleva más de un mes y bajando desde que hizo los máximos del año en agosto en los 4,3 euros”, dijo el analista jefe de la revista Inversión, Josep Codina.

Lo cierto es que el mercado ha ido madurando todas las implicaciones de la operación y ha colocado a Telefónica un 7 por ciento por debajo de los niveles previos a la noticia.

Por ejemplo, en Barclyas recortaron el precio objetivo de Telefónica hasta los 3,4 euros por acción, una valoración que implica un potencial bajista del 10 por ciento. Además, cambiaron su nota a ‘infraponderar’ frente a su anterior consejo de permanecer neutral.

A juicio de estas fuentes, es exagerado que pueda haber en Telefónica una revisión al alza de las valoraciones, lo que se conoce en el argot como “re-rating”.

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LaLiga, otro problema añadido

La elevada competencia en España sigue siendo un problema y añade más presión a los flujos de caja. Además, las mismas fuentes consideran poco probable que Telefónica renueve los derechos del fútbol a un precio más bajo.

De hecho, fueron los economistas de Barclays quienes levantaron la liebre respecto a las incertidumbres que rodean a LaLiga. En este sentido, calcularon que Telefónica podría perder hasta 2.200 millones de beneficio bruto en caso de dejar el fútbol.

Tampoco se quedaron atrás los analistas de JP Morgan, que calcularon un impacto por la pérdida del fútbol de 30 euros en el ingreso medio por cliente (ARPU).

Telefónica no tiene un catalizador claro

La suma de todas estas noticias está influyendo en la cotización de Telefónica. Según el análisis de Pablo García, director de Alphavalue Divacons, la compañía “tiene un gran valor por fundamentales”.

El problema es que “no crecen las ventas, y a la gente no le gusta, porque no tiene un catalizador claro”. El 16 por ciento de subida que lleva Telefónica en el año “es insuficiente para lo mal que lo ha hecho Telefónica durante mucho tiempo”.

Con todo, García cree “hay mucho valor, no está cara y no está mal en ratios pero falta el pequeño revulsivo” que daría el crecimiento en ventas.

Debilidad tras las últimas caídas

Tras las últimas caídas, “la cotización de Telefónica vuelve a mostrar debilidad”, dijo José Luis Herrera, analista de Banco BIG.

La sucesión de mínimos crecientes iniciada a principios del pasado noviembre se pone en entredicho, pues se está amenazando la directriz alcista que hasta el momento ha guiado el movimiento.

La zona crítica para la cotización está ya a la vuelta de la esquina. “Es importante el soporte de los 3,6 euros”, según Codina.

Si Telefónica vuelve a los 3,8 euros, “podría intentar recuperar posiciones pero todo lo que no sea mantenerse por encima de 4 euros está mal para el valor”, recalcó Codina.

Al alza, “los 4,3-4,4 euros son el primer objetivo a batir”, dijo Herrera. Por ahí transcurre la directriz bajista de largo plazo, que ahora mismo tiene perdida.

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