Las exigencias del IBEX 35 y la debilidad de Moderna pesan sobre Rovi
Los títulos de Rovi están entre los que más caen en el año en un IBEX 35 que exige más al laboratorio madrileño, arrastrado también por el mal momento de Moderna
Las acciones de Rovi retroceden cerca del 15 por ciento en el IBEX 35 desde el inicio de año, lo que coloca al valor como el tercer peor del selectivo.
Rovi no empieza con buen pie su andadura en el club de los 35. El aterrizaje en el mayor selectivo de un país tiene grandes puntos a favor, pero también un mayor punto de exigencia.
De inicio, la compañía entrar a formar parte de los ETF que replican al índice o los que incluyen a las principales compañías de un sector. Pero, sobre todo, la visibilidad aumenta.
El número de entidades de inversión que cubren al valor crece y esto provoca que su repercusión, sobre todo a nivel internacional, se incremente.
Pero esto también implica que los niveles de exigencia hacia la compañía sean mayores al catalogarla como una de las principales empresas de un país.
Rovi ya está registrando esta situación y arranca 2022 con una bajada de recomendación por parte del bróker franco-alemán Oddo BHF que rebajó su consejo de “subretorno” a “neutral”.
La exigencia de los máximos históricos
Los títulos del laboratorio madrileño también cotizan con la presión de celebrar su acceso al IBEX 35 con nuevos máximos históricos, registrados el 30 de diciembre de 2021 en los 73,80 euros.
El consenso del mercado considera que no tiene capacidad para recuperar dicha cota, al menos en los próximos 12 meses.
El precio objetivo promedio sitúa a Rovi en los 69,56 euros para dicho periodo y al cotizar sobre los 64,5 euros el potencial de revalorización es del 8 por ciento. También pesa el hecho de que cerrase 2021 con una revalorización del 94,72 por ciento.
Caixabank BPI es el único bróker del consenso que recoge Bloomberg que estima que el laboratorio madrileño tiene capacidad para superar máximos históricos. Su analista Guilherme Marcedo estima que puede alcanzar nuevos máximos en los 75 euros.
Rovi tiene que capear también con las caídas que Moderna registra desde inicios de año, pierde más de un 25 por ciento, y es que la cotización de la farma española está estrechamente ligada a la de su socio estadounidense.
La vinculación de ambas acciones quedó patente a finales del pasado año cuando Moderna anunció una rebaja en sus estimaciones de producción y ventas de vacuna que se tradujeron en fuertes ventas para Rovi.
El laboratorio no solo recuperó con rapidez el terreno perdido por la noticia, sino que logró registrar máximos históricos.
Los expertos salieron en defensa de la española argumentando que el recorte de guías de Moderna no impactaría en el incumplimiento de las de Rovi, pues se trata de una empresa que cumple, pese a imprevistos, con las estimaciones lanzadas al mercado.
En disposición de superar ahora los objetivos de 2023
Y es que Rovi concluyó cada trimestre de 2021 superando objetivos, aunque los analistas puntualizan que esto también se debe a un “excesivo conservadurismo” del consejo de administración, el cual está capitaneado por los máximos accionistas y fundadores de la empresa, la familia López-Belmonte.
Rovi pretende cerrar 2021 cumpliendo el plan estratégico que concluye en 2023 en sus principales puntos. Por el momento, ya ha logrado el objetivo de ebitda a tres años en los 158 millones de euros.
Los López-Belmonte estiman que su compañía será capaz de llegar a la horquilla de los 588-609 millones de euros de ingresos operativos en el año que acaba de concluir. Por tanto, se descuenta que también conseguirá la meta de incrementarlos en un porcentaje del 40-45 por ciento en el año.
En consecuencia, los expertos califican de “demasiado conservadora” la meta de crecer en esta métrica en la banda media de la primera decena, sobre el 5 por ciento, en 2022 y más si se tiene en cuenta la llega al mercado de un nuevo medicamento.
Dos nuevos medicamentos como catalizadores
Rovi espera para el mes que viene la autorización de venta en la Unión Europea de Risperidona ISM, un fármaco contra la esquizofrenia que se comercializará en Europa bajo el nombre de Okedi. El primer mercado donde espera distribuirlo es en Alemania durante el segundo trimestre.
El Reino Unido se sumaría en el tercer trimestre, mismos meses para los Estados Unidos, donde se venderá con el nombre de Risvan. En este país tuvo que hacer frente a un frenazo en la autorización de venta por parte de la agencia sanitaria, la FDA por sus siglas en inglés.
El organismo esgrimió hace unos meses que debía visitar las plantas de Rovi en Madrid para nuevas inspecciones y que las restricciones de movilidad por el coronavirus impedían los viajes a los técnicos.
El fármaco llegará a España a finales de año y ya para 2023 se estima que se podrá comercializar un nuevo producto, el Letrozerol, un tratamiento contra el cáncer de mama.
La visibilidad de Rovi gracias a los nuevos productos es alta, consideran los expertos consultados, y el acuerdo con Moderna, pese al recorte de guías de la estadounidense, debería seguir acompañando al negocio.
Es por ello que se trata de la farmacéutica implicada en la lucha contra el coronavirus a nivel global que más apoyo tienen por parte del consenso pues ninguno de los expertos recomienda “vender” los títulos y con una mayoría de recomendaciones de compra.