Los inversores bajistas cargan contra Solaria

Al menos diez gestoras tienen posiciones cortas abiertas en Solaria, que alcanzan casi el 10% del capital flotante de la compañía

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha supuesto un serio revés para las compañías de energías renovables, sin importar si tienen negocios en el país o no.  

Estas han pasado de ser actores fundamentales para facilitar la transición energética a pagar los platos rotos del relevo en la presidencia de los Estados Unidos. 

En este contexto, todas han vivido un fuerte descalabro en bolsa, incluyendo la española Solaria, que ostenta el farolillo rojo del IBEX 35 desde las elecciones del 5 de noviembre, al acumular un retroceso del 22 por ciento

Esta situación ha beneficiado a los inversores bajistas, que habían apostado en corto contra las renovables en previsión de la victoria de Trump. 

El 8 de noviembre (tan solo cuatro días después de los comicios), los inversores bajistas ya se habían embolsado 1.300 millones de dólares gracias a esta estrategia, según los cálculos de Bloomberg. 

Las posiciones cortas en Solaria rozan el 10% del capital flotante 

Y, desde entonces, mantienen sus posiciones bajistas en el sector. En el caso de Solaria, actualmente acumula apuestas en corto equivalentes a casi el diez por ciento de su capital flotante (concretamente, el 9,8 por ciento).  

Unas diez gestoras tienen posiciones de este tipo en Solaria, que recientemente han incrementado en algunos casos (aunque el volumen global ha disminuido ligeramente desde noviembre). 

En concreto, Systemática Investments incrementó sus posiciones cortas en Solaria en un 11 por ciento el miércoles, hasta los 1,39 millones de acciones (el 1,1 por ciento del capital flotante de la empresa). 

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El mismo día, Jupiter Investment Management las aumentó en un 20 por ciento, hasta el 0,6 por ciento de las acciones en circulación; mientras que PDT Partners hizo lo propio el día 17 de enero en un 10 por ciento, hasta el 0,86 por ciento del capital flotante. 

Unos días antes, el 8 de enero, Voleon Capital Management subió asimismo su apuesta en corto en un 8 por ciento, hasta el 0,81 por ciento del capital flotante de Solaria. 

Aunque la sociedad Blackrock Investment Management UK (del mayor banco de inversión del mundo) es el bajista que ostenta una posición más abultada en Solaria, con el 3,07 por ciento. 

Solaria no tiene negocios en los Estados Unidos 

En realidad, Solaria no tiene negocios en los Estados Unidos pero se ha visto arrastrada por la oleada de ruido negativo sobre el sector, según explica Víctor Peiro, experto de GVC Gaesco. 

“Es un sector que, ahora mismo, no está en boga. Y estas gestoras grandes internacionales no se paran a mirar. En su caso, es una apuesta top down. Como hay tanto ruido y Trump está en contra de las renovables o, más bien, dice que está en contra, pues se ponen cortos, sin mirar mucho el valor. Donde ven una debilidad de sector, se ponen cortos. A lo mejor, la empresa no tiene nada malo, pero lo hacen por temas top down”, explica. 

Peiro apunta asimismo que existen otros factores que han contribuido a este ruido, como la iniciativa para fijar precios máximos a las renovables en Italia (donde Solaria tiene previsto expandirse) o los obstáculos a parques eólicos en regiones como Galicia o Euskadi. 

Aunque nada de esto afectaría supuestamente a la compañía española, a su juicio, pues las renovables son rentables incluso con tope de precios y Solaria no opera en esas zonas de España, la algarabía sí perjudica a su evolución en bolsa y favorece las posiciones cortas. 

"Un gestor que está en los Estados Unidos, que son los que más dinero tienen, dice: ‘Yo no quiero renovables. Dime 4 valores para ponerme corto. Y, entonces, coge Orsted, Solaria y dos más. Porque, al final, no hay tantas”, ejemplifica Peiro. 

Solaria, ¿infravalorada?  

Con todo, Peiro cree que la compañía está infravalorada a los precios actuales y descarta que la victoria de Trump vaya a suponer el retroceso que auguran muchos expertos para las energías verdes

“Las renovables subieron mucho en la anterior etapa de Trump en la Casa Blanca. Este discurso anti-renovables es un argumentario que él mismo promociona pero, luego, no es tan así. De hecho, sus planes para impulsar la inteligencia artificial requieren de muchísima electricidad. En realidad, esto forma parte del teatrillo de los políticos. Las propias empresas que apoyan a este señor, como Amazon, Google o Tesla, demandan electricidad renovable, que es más barata. Y, luego, la regulación depende de los estados. Así que Trump solo puede frenar algunas cosas desde la Casa Blanca”, apunta Peiro. 

Lo que sí reconoce este especialista es que Solaria probablemente no empezará a remontar en bolsa hasta que suba la demanda de energía por la expansión de los centros de datos y eso tenga un reflejo en los resultados. 

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