La victoria de Macron alivia a Siemens Gamesa
Siemens Gamesa respira aliviada ante la derrota de una Marine Le Pen que amenazaba con el desmantelamiento de parques eólicos
Siemens Gamesa comenzó la última semana de cotización bursátil del mes abril con una subida que llegó a ser de hasta el 4,4 por ciento, elevando así el precio de sus acciones hasta los 15,6 euros gracias, principalmente gracias a la victoria en las elecciones francesas de un Emmanuel Macron mucho más alineado con los intereses de la compañía que su rival electoral, Marine Le Pen.
Aunque la empresa eólica perdió parte de esa tracción al paso del ecuador de la sesión, moderando su incremento final hasta el 2,57 por ciento (15,57 euros), sin duda respiró aliviada por este rebote del lunes.
La compañía de energías renovables había visto como su cotización caía la semana pasada desde los 15,76 euros hasta los 15,17 euros durante las sesiones comprendidas entre el miércoles al viernes, pagando en bolsa la nueva amenaza de un profit warning que se cierne sobre sus guías del año 2022.
Sin embargo, la victoria en suelo francés de un líder político que ha mostrado abiertamente su apoyo tanto a una transición energética a gran escala como, específicamente, a los planes de Siemens Gamesa, dio aire no solo a los títulos de la cotizada del IBEX 35, sino también a aquellos expertos que confían en el futuro a largo plazo de la empresa, a pesar de su época de convulsión reciente.
La victoria de un candidato cercano a la empresa
"Enhorabuena a Emmanuel Macron por su victoria electoral", escribía el CEO de Siemens Gamesa, Jochen Eickholt, en su perfil personal de LinkedIn.
Eickholt, que cuenta con un perfil profesional bastante activo en LinkedIn, quiso felicitar de esta manera a un presidente francés con el que se había reunido poco antes de unas votaciones clave, tanto para el futuro de Francia como del resto de Europa. Y el motivo de su felicitación era claro.
"Tras la visita del presidente Macron a nuestras instalaciones en Le Havre, esperamos trabajar con el gobierno francés en sus planes para descarbonizar la economía francesa", explicaba Eickholt.
La visita en Le Havre a la que se refería Eickholt ocurrió el pasado 14 de abril, después de que Siemens Gamesa iniciara el 30 de marzo la producción en su fábrica offshore al norte del país, un enclave que la empresa de energías renovables espera convertir en "la capital industrial de la energía eólica francesa".
Un gobierno abierto al cambio beneficia a los intereses de Siemens Gamesa
Los intereses compartidos del recientemente reelegido como presidente de Francia y Siemens Gamesa se entienden dentro de la intención general de Emmanuel Macron de cambiar el tejido energético de Francia.
"La hoja de ruta del presidente Macron para alcanzar la neutralidad del carbono en 2050, que esbozó durante la campaña electoral, es encomiable", afirmaba Eickholt en su publicación de LinkedIn.
"Francia ya está avanzando en su consecución, a través de sus ambiciosos objetivos de desarrollar 50 proyectos eólicos marinos por un total de 40GW para 2050, como parte de su movimiento hacia las energías renovables, y se han establecido planes para duplicar la capacidad eólica terrestre del país para 2050", añadía.
Siemens Gamesa cuenta actualmente con una cartera de pedidos offshore de 2,5 GW en Francia, y con el impulso de esta nueva fábrica y la reelección de Macron al mando de un país clave para la economía europea, confía en aumentar estas cifras.
Un meta en la que será clave un proyecto de descarbonización esbozado por Macron que Le Pen no solo no había apoyado abiertamente, sino sobre el que incluso llegó a expresar serias dudas.
Le Pen, en contra de la eólica
"La energía eólica marina tiene consecuencias muy negativas", aseguró Le Pen al ser preguntada a este respecto durante su campaña electoral.
Para Le Pen, el centro de su política energética se situaba en la energía nuclear, lo que le llevó a amenazar durante su campaña con el desmantelamiento de parques eólicos ya existentes, así como con la supresión de ayudas públicas a proyectos eólicos y solares.
"Se necesitan toneladas de cemento para poner en marcha esos proyectos en el mar. Esto no puede ser positivo, sino más bien negativo, y de hecho, expulsa a los peces de sus habitats [...] también hay que tener en cuenta las vibraciones de las máquinas, que tienen consecuencias", argumentaba Le Pen en un programa de la televisión francesa, a la vez que defendía su idea de impulsar las energías nucleares, hidroeléctricas y de hidrógeno.
Un programa en el que no entraba la energía eólica, y que amenazaba las inversiones en suelo francés de empresas como Siemens Gamesa.
No todo son buenas noticias en el marco geopolítico
A pesar de que la victoria europeísta de Macron sirvió para dar un espaldarazo al proyecto global de Siemens Gamesa, la empresa eólica sigue pagando el precio de la inestabilidad geopolítica actual, notando aún el impacto de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Un ejemplo de esta situación la ilustra el analista de Renta 4, Ángel Pérez Llamazares, que en su último informe sobre la empresa eleva el precio objetivo asignado a los títulos de la empresa de los 12 a los 14,40 euros, pero mantiene su recomendación de infraponderar los mismos.
Entre los motivos ofrecidos para este razonamiento, Pérez Llamazares explica que la situación geopolítica sigue provocando un deterioro importante, provocando "presiones adicionales a las cuentas de Siemens Gamesa" como consecuencia del incremento de los costes energéticos y logísticos o la subida en precios de materias primas, entre otros motivos, que causan un deterioro adicional en los márgenes del grupo.
Siemens Gamesa, por tanto, puede celebrar la continuidad de un candidato francés alineado con su proyecto estratégico, pero seguirá haciendo frente a retos complejos a corto plazo.
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