Naturgy recoge en bolsa el caos diplomático de Sánchez con Argelia

Naturgy remonta en bolsa por el posible incremento de precios del gas tras el caos diplomático de Sánchez con Argelia a cuenta del Sáhara

El conflicto entre España y Argelia por la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de aceptar el plan autonómico marroquí para el Sahara Occidental beneficia a Naturgy en bolsa, en contra de una lógica que apuntaba a otras vías de desarrollo para su cotización.

La energética española, que controla el 49 por ciento del gasoducto Medgaz que conecta Beni Saf, en Argelia, con Almería, llegó a subir hasta el 2 por ciento en bolsa durante el lunes, fijando el precio de sus acciones en un máximo intradía de 25,73 euros.

Naturgy tocaba así sus cotas más altas de cotización desde que estallara el conflicto en Ucrania el pasado 24 de febrero, desafiando al encendido de todas las alarmas ante la posibilidad de que Argelia pusiera en jaque el suministro de gas como represalia al movimiento diplomático español.

El mercado decidió apostar más por un encarecimiento del recurso energético que por un cierre de su suministro, un efecto colateral de la crisis diplomática que podría beneficiar a Naturgy, que en 2021 ya disparó sus beneficios al calor de los precios del gas.

Los inversores hicieron esta apuesta, además, tan solo un día después de la fecha límite del exdividendo de la compañía, que el martes pagará 0,5 euros a los accionistas que tuvieran en su poder títulos de la empresa antes del pasado viernes 18 de marzo.

El papel clave de Argelia en el suministro de gas

El giro histórico llevado a cabo por el Gobierno español con el Sahara pretendía cerrar una etapa de discrepancias con Marruecos, pero abrió un nuevo conflicto con Argelia.

El país africano acusó a España de "una segunda traición histórica" al Sahara tras la aceptación de la propuesta marroquí, y encendió todas las alertas sobre un posible corte del suministro de gas a España.

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España cuenta con dos gasoductos que sirven de entrada del gas de origen africano a Europa, el Medgaz directamente proveniente de Argelia, y el Magreb-Europe, que llegaba a España desde Marruecos, previo paso por suelo argelino.

Este último gasoducto, sin embargo, quedó obsoleto el pasado octubre, cuando Argelia decidió echar el cierre al mismo en plena escalada de las tensiones con Marruecos.

El cierre elevó a la nación argelina a una categoría de socio energético "de primer orden" que ya era muy clara, pero este papel como aliado preferente para asegurar el suministro de gas se hizo más evidente tras el estallido de la guerra en Ucrania.

Argelia, que históricamente ha sido el principal proveedor de gas para España, ganaba aún más peso ante las llamadas de los líderes occidentales a reducir la dependencia de Rusia para el suministro de este recurso.

Con la aceptación de la propuesta marroquí para el Sahara, sin embargo, la incertidumbre se apoderaba de los inversores.

Pese a este temor, el mercado pareció apostar el lunes por un efecto rebote que encarezca los precios del gas y beneficie a Naturgy, reanimando la cotización de unas acciones que superaban claramente su techo bursátil durante las primeras horas de la jornada en los parqués nacionales.

Naturgy sigue rebotando a pesar de la desconfianza del consenso

Naturgy ya salió indemne del cerrojazo de Argelia al gas desde Marruecos el pasado octubre, y durante el lunes apuntaba a terminar de la misma manera esta nueva crisis energética.

El presidente Sánchez aseguró el 8 de marzo que su homónimo argelino le "garantizó el suministro de gas y la alianza estratégica con España", y el mercado daba un voto de confianza a esta postura.

Los inversores descartaban de esta manera no solo la llamada a consultas del país africano a su embajador en Madrid, que hizo correr el miedo a un escenario de falta de suministro, sino también las recomendaciones de unos expertos que llevan tiempo avisando del final del recorrido para las accionistas de la empresa española.

Incluso antes del descalabro bursátil provocado por el anuncio de Naturgy de su escisión en dos compañías, los analistas encargados de seguir a la empresa del IBEX 35 fueron retirando sus recomendaciones de compra sobre las acciones de la misma, citando argumentos como el bajo potencial de revalorización de los mismos.

Esta tendencia se repetía con la ratificación de Alantra Equities de su consejo de venta sobre las acciones, a las que asignaba un precio objetivo de 23,80 euros, que suponía una mejora respecto a los 22,15 euros previstos anteriormente.

Estos 23,80 euros, no obstante, marcaban un precio que se situaba ligeramente por encima de la línea marcada por el consenso, que arrojaba un precio objetivo de 22,74 euros a 12 meses vista, claramente inferior al precio máximo que llegó a marcar Naturgy durante su subida del lunes.

La compañía dirigida por Francisco Reynés, por tanto, extiende su recuperación, a pesar del revuelo geopolítico formado alrededor de unos países clave para su porfolio.

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