Un nuevo bajista entra en Grifols
El fondo de cobertura Kintbury Capital aparece en el capital social de Grifols con una posición del 0,5 por ciento
Tras una caída bursátil de casi el 50 por ciento en lo que va de año — cosechada durante un tercer trimestre que comenzó cotizando en torno a los 18,3 euros y terminó con un valor de 8,8 euros —, Grifols parece estar acercándose, al fin, a un suelo que no evitó la entrada de un nuevo inversor bajista en su estructura accionarial.
El hecho de que la cotización promedio de la farmacéutica se mantuviera en torno a los 8,53 euros desde ese final de septiembre hasta mediados de octubre, no sirvió para que la empresa española ahuyentara al nuevo fondo que, durante la semana pasada, tomó posiciones en corto sobre su capital social.
El fondo de cobertura londinense, Kintbury Capital, que en septiembre ya irrumpió en el capital social de Fluidra con un 0,81 por ciento de acciones en corto, apareció el pasado 13 de octubre en los registros de la CNMV sobre las posiciones contrarias a Grifols.
El hedge fund, que no contaba con ninguna apuesta anterior en contra de la cotizada del IBEX 35, asumió una posición bajista del 0,5 por ciento.
Un movimiento que le convirtió en el único inversor bajista en los libros de Grifols, después de que el anterior fondo que más apostó contra la compañía en 2022, AKO Capital, desapareciera a finales de septiembre de los registros de la compañía, tras reducir por debajo del 0,5 por ciento su fuerte apuesta contra la empresa.
Grifols no logra deshacerse de la presión bajista
La irrupción de Kintbury Capital, como se mencionaba anteriormente, supone la primera aparición de este fondo de cobertura en el capital social de Grifols.
La apuesta del hedge fund en contra de la empresa catalana, asimismo, llegó tan solo dos semanas después de que esta lograra deshacerse de su bajista más acérrimo durante el último año.
AKO Capital comenzó su jugada contra Grifols en agosto de 2021, con una apertura de posiciones del 0,5 por ciento.
Desde ahí, y hasta el 29 de septiembre de este año, el fondo siempre mantuvo posiciones cortas que fueron superiores 0,5 por ciento marcado como mínimo para que la CNMV informe de las mismas.
Los últimos meses de AKO Capital en Grifols, no obstante, fueron de retirada.
Tras alzar sus posiciones cortas hasta el 0,92 por ciento a fecha del 1 de agosto, el inversor bajista comenzó a dar por exprimida su participación en la farmacéutica, a medida que esta fue recortando su valor bursátil, y fue reduciendo gradualmente su participación hasta el 0,48 por ciento registrado a finales del tercer trimestre.
Una desaparición de AKO Capital que no da tregua a Grifols, una vez Kintbury Capital ocupó la posición del primero como inversor bajista de referencia en la empresa.
Mal de muchos, consuelos de pocos en el IBEX 35
A pesar de que Grifols logró contener su sangría bursátil durante estas primeras semanas del cuarto trimestre, e incluso sumó una bastante positiva el 17 de octubre, en la que ganó un 3,17 por ciento, la entrada de Kintbury Capital es un recordatorio de un mantra que los expertos llevan repitiendo desde inicios de septiembre: que el suelo de las caídas en bolsa tendrá que esperar hasta 2023.
Bajo esta premisa, empresas en el punto de mira del mercado, como Grifols, que acusa gravemente su alto endeudamiento, seguirán sufriendo durante este último trimestre, tal y como apuntó recientemente el especialista en mercados de renta variable en iBroker, Antonio Castelo, a su paso por el podcast de finanzas.com.
Unas perspectivas que hacen más fácil entender la nueva presencia de Kintbury Capital en la empresa española, y que también se reflejó en la continuación durante el mes de octubre de una presión bajista generalizada que el IBEX 35 lleva sufriendo desde inicios de julio.
Y es que, en las poco más de dos semanas desde que comenzara el último trimestre del año, no solo Grifols vio como los inversores abrían nuevas posiciones bajistas o reforzaban su presencia en corto.
También ocurrió con Sacyr y Neinor Homes, con una Enagás sobre la que Covalis Capital elevó su apuesta a la baja hasta el 1,26 por ciento, y con unos Banco Santander y BBVA que vieron como Ray Dalio subió su órdago contra el futuro de ambas entidades.
Un mal de muchos que deja a pocas compañías del indicador español libres de inversores bajistas con posiciones superiores al 0,5 por ciento, como puede ser Inditex, o Naturgy.