Repsol. El buen momento del petróleo abre la puerta a un mayor dividendo
Repsol aseguró en julio que invertiría los ingresos extraordinarios si repuntaban los precios del petróleo. Un trimestre después, el Brent marca máximos anuales
Los accionista de Repsol cuentan las horas para que llegue la presentación de los resultados trimestrales ante la posibilidad de que la petrolera anuncie una mejora del dividendo.
El motivo reside en la escalada del precio del petróleo, que sigue en tendencia alcista hasta marcar máximos anuales.
En julio, cuando Repsol dio a conocer sus cuentas del primer semestre, el consejero delegado, Josu Jon Imaz, fijó las condiciones que deberían darse para el aumento de la retribución al accionista.
El compromiso de la cúpula
El plan estratégico de Repsol hasta 2025 contempla un dividendo con una retribución mínima de 0,60 euros por acción para este año.
Esta cantidad se iría aumentando progresivamente a lo largo de los próximos cinco años. El objetivo es que el pago mínimo sea de 0,75 euros por título en 2025, año para el que se fija un máximo de 1 euro por acción, el gran objetivo de la petrolera para ofrecer “una de las mayores retribuciones del sector”.
Para ello, la entrega de dividendos se complementa con el programa de recompra de acciones de la compañía, cuyo comienzo fija para 2022. “Se llevará a cabo siempre que el precio medio del año fuese superior a 50 dólares por barril”, recordó Imaz.
Ahora, el precio del barril de Brent, de referencia en Europa, cotiza en sus máximos anuales en el entorno de los 85 dólares mientras que las perspectivas apuntan a que mantendrá la tendencia alcista hasta, al menos, finales de año.
“Me comprometí en trimestres anteriores a que íbamos a asignar el dinero extraordinario generado en escenarios de precios más altos para aumentar el Capex (inversiones) asignado a las plataformas bajas en carbono”, dijo Imaz.
Buenas sensaciones en la recta final del año
La petrolera presentará sus cuentas del tercer trimestre el próximo día 29. Los analistas ya anticipan que serán sólidas gracias a una serie de factores que propician el anuncio de un dividendo más alto.
“La mejora de las fisuras de los destilados medios y los márgenes de refinación respaldan las perspectivas de rentabilidad de Repsol en el resto del año”, explica Salih Yilmaz, de Bloomberg Intelligence.
“Las mejores condiciones macroeconómicas pueden ayudar a impulsar el ebitda otro 20 por ciento respecto al trimestre anterior. El objetivo de producción de 595.000 barriles puede estar bajo presión y la compañía puede revisar su guía a la baja, pero los precios de los hidrocarburos el resto del año deberían ser un apoyo”, detalla el analista en un comentario.
Pero la clave no solo está en el rendimiento del crudo; también en la transición hacia energías renovables, de la que la compañía dio más claves en un evento celebrado a comienzos de octubre.
“Repsol reveló en su Investor Day una agenda mejorada de transición energética. Una mayor ambición conlleva un mayor gasto de capital, con mil millones de euros adicionales en cinco años, en línea con nuestros cálculos”, explica Matthew Lofting, de JP Morgan.
Rentabilidad de hasta el 6% en el dividendo
La última revisión del analista refleja una de las rentabilidades por dividendo más altas del sector.
Para 2022 se incrementaría en cinco décimas hasta el 5,6 por ciento -por encima del 5,5 por ciento de compañías como Total- mientras que se elevaría hasta el 6 por ciento en 2023, según cálculos de JP Morgan.
Morgan Stanley pronosticó hace unas semanas una rentabilidad del 6,2 por ciento para el próximo año, sustancialmente superior a la media del mercado.
Otro informe de Barclays, publicado tras el Investor Day, reveló perspectivas más discretas, pero que seguirían reportando una de las rentabilidades más altas de las compañías petroleras europeas: del 5,2 por ciento para 2022 y del 5,7 por ciento para 2023.
“El margen de refinamiento tuvo un rendimiento inferior a nuestra estimación y los márgenes petroquímicos también se suavizaron ligeramente”, detallan los expertos del banco británico.
“Es importante destacar que Repsol aún conserva la estrategia de descarbonización ‘premium’ y el aumento de la rentabilidad en efectivo”, explica Matthew Lofting.
Así, el analista de JP Morgan argumenta que para 2022 “esperan que las perspectivas sean “subrayadas por una recompra de acciones anticipada”, lo que posibilitaría que el dividendo se acerque al máximo contemplado en la hoja de ruta de la petrolera.