Petróleo a 50 dólares: la variante delta acorrala el dividendo de Repsol y del sector
Los analistas calculan que la variante delta podría tumbar el precio del barril hasta los 50 dólares, lo que complicaría los planes de dividendo de Repsol y el resto de petroleras
Los planes de mantener un dividendo estable y sostenido de Repsol y otros gigantes del sector, como BP, se encontraron con un serio enemigo, los precios del petróleo.
La imparable expansión de la variante delta del coronavirus supone una seria amenaza para unas compañías que tratan de mimar a sus accionistas tras el impacto de la pandemia en sus balances.
El problema es que la cepa delta es ya dominante a escala global y amenaza a los gobiernos con nuevas restricciones a la movilidad, además de retrasar la vuelta a las oficinas y disminuir los viajes.
Esta es la razón por la que se abre un nuevo escenario donde la demanda de petróleo y combustibles podría ser mucho menor de lo esperado. Y según los cálculos de Bloomberg Intelligence, el barril de crudo podría caer hasta los 50 dólares.
Preocupación por la demanda de petróleo
El riesgo de que las presiones a la baja sobre el petróleo se intensifiquen es muy real. Si los trabajadores retrasan su incorporación a las oficinas, la demanda en algunas regiones como Asia podría verse impactada.
A esto hay que sumar el ritmo lento de vacunación en estos países, lo que podría forzar a los gobiernos a introducir nueva restricciones a la movilidad.
El teletrabajo, el cierre de fábricas o la suspensión de los viajes largo radio por carretera son algunas de las variables que emplearon los analistas para calcular hasta qué niveles podrían contraerse los precios el crudo.
Los modelos vaticinan un petróleo en 50 dólares
La demanda de petróleo en Asia cayó aproximadamente un 13 por ciento durante el brote inicial de coronavirus de 2020 con una caída del 40 por ciento en la movilidad.
Según la experiencia anterior del segundo trimestre, “la demanda de combustible para trasporte por carretera de Asia podría caer aproximadamente un 4 por ciento si la movilidad cae un 12 por ciento”, calculan los analistas.
Suponiendo que la demanda mundial de petróleo se redujera en un 3,5 por ciento debido al impacto de la variante delta, los modelos sugieren que los precios del petróleo podrían terminar cerca de 50 dólares por barril en segundo semestre.
Repsol se movería en el límite
De alcanzarse este límite de 50 dólares en el barril de crudo, la situación se volvería especialmente compleja para algunos gigantes del sector. Es el caso de BP.
La petrolera británica anunció un crecimiento del dividendo a una tasa anual del 4 por ciento y una recompra de acciones por 1.180 millones de euros. Eso sí, siempre y cuando el crudo se mantenga por encima de los 60 dólares por barril.
En cuanto a Repsol, el grupo español tiene bastante más margen que su competidor británico. Tal y como explicó la compañía en su plan estratégico, el objetivo de lograr un flujo de caja libre de 4.500 millones de euros será posible si el crudo no baja de los 50 dólares.
En 2021, el dividendo será de 0,60 euros por acción. Esta cantidad se incrementará progresivamente hasta alcanzar los 0,75 euros por título. Todo está pensado con un petróleo a más de 50 dólares. De aquí saldrá la caja para pagar las inversiones, reducir la deuda y abonar los dividendos.
Repsol, líder en rentabilidad por dividendo…por ahora
El problema es que si el petróleo no se mueve por encima de los 50 dólares de manera sostenida, Repsol tendrá que congelar el dividendo en los 0,6 euros por acción.
Además, la compañía tampoco ofreció detalles adicionales en sus resultados sobre futuras recompra de acciones, algo que en comparación con algunos de sus rivales, causó cierta inquietud en el mercado.
Por ahora, el grupo que dirige Josu Jon Imaz es líder en rentabilidad por dividendo esperada a nivel europeo, pero las grandes petroleras están estrechando el cerco.
MIentras el crudo no meta más presión, Repsol va por el buen camino. Su balance saneado y las mejores perspectivas de generación de caja harán posible los planes de recompra de acciones, según opinan los analistas de Bloomberg Intelligence.