Siemens Gamesa cierra su ejercicio anual con pérdidas de 940 millones de euros
Siemens Gamesa cierra su tercer año consecutivo en números rojos con unas pérdidas de 940 millones de euros
Siemens Gamesa presentó ante la CNMV unos resultados para su año fiscal de 2022, que se saldó con pérdidas récord de 940 millones de euros, cifra que superó ampliamente los 627 millones de euros perdidos por la empresa en 2021.
El fabricante de turbinas eólicas, por tanto, confirmó su tercer año consecutivo de pérdidas, registrando unas cifras de negocio aún peores de las esperadas por el mercado, que pronosticaba unos números rojos en torno a los 800 millones de euros.
Así pues, la compañía todavía cotizada en el IBEX 35, pero cuya opa de exclusión se puso en marcha tras la autorización del supervisor sobre la misma, puso punto y final a su ejercicio anual con cierre a 30 de septiembre, firmando el peor año de su historia.
Desde el comunicado remitido a la CNMV, la empresa señaló que el ejercicio fiscal transcurrido entre octubre del 21 y septiembre del 22 fue "un ejercicio especialmente complejo", en el que se vieron afectados por los mismos problemas que venían asolándoles durante años anteriores, como unas disrupciones en la cadena de suministro acentuadas por las tensiones geopolíticas, y la continuación de la presión al alza en el precio de suministros y transporte.
La empresa, no obstante, también reconoció que "industrialización de la plataforma Siemens Gamesa 5.X avanzó más lentamente de lo inicialmente planificado", y que se experimentaron "costes adicionales relacionados con mayores tasas de fallos y reparaciones en
componentes de plataformas onshore ya establecidas".
Unos impactos sobre los que el CEO de la compañía, Jochen Eickholt, ya avisó tras coger las riendas del fabricante de turbinas, y que proyectan que Siemens Gamesa extenderá su mal desempeño hasta, al menos, finales de 2023.
Siemens Gamesa no cumple con sus objetivos
En este difícil contexto, las cifras de Siemens Gamesa no solo dejaron las peores pérdidas de su historia, sino también un incumplimiento de sus objetivos para 2022, incluso después de revisar los mismos a la baja a lo largo del año.
Y es que la empresa esperaba a principios de año firmar un ebit pre ppa (descontados los contratos de compraventa de energía), situado en el -4 por ciento al cierre del año, incluyendo en sus cálculos la venta de activos por valor de 580 millones de euros que firmó con SSE.
Posteriormente, estos objetivos se revisaron para fijarlos en el -5,5 por ciento, pero Siemens Gamesa acabó por finiquitar el 2022 con un margen ebit pre ppa y antes de costes de integración y reestructuración del -5,9 por ciento, al situarlo en los -581 millones de euros.
Unas cifras, asimismo, que se apoyaron en unas ventas del grupo que fueron un 4 por ciento inferiores a las de 2021, al quedarse en los 9.814 millones de euros.
Es decir, que la empresa recaudó 384 millones de euros menos que los 10.198 millones logrados en ventas durante el año anterior.
Un rendimiento cuya onda expansiva, con la opa manteniendo el precio bursátil de Siemens Gamesa en torno a los 18,05 euros ofrecidos por Siemens Energy, puede afectar precisamente a la compañía alemana, que en meses anteriores ya notó el impacto de estas malas cifras en su capitalización de mercado.
