¿Tiene credibilidad Enagás sin su dividendo?

El vencimiento de la fecha límite para optar al dividendo de Enagás descuenta valor a sus acciones, a pocos días de la presentación de su nuevo plan estratégico

Enagás cerró el segundo trimestre del año con una subida del 4,57 por ciento que puso su cotización claramente por encima de las previsiones de los expertos, pero con la llegada de la fecha de descuento de su dividendo, la gasista del IBEX 35 volvió a unos márgenes más ajustados a sus expectativas.

La compañía presidida por Antonio Llardén sufrió una caída de casi el 6 por ciento durante el 5 de julio, recortando su cotización desde los 21,49 euros hasta un rango cercano a los 20,2 euros.

Una cifra todavía por encima del precio objetivo de 19,75 euros establecido por el consenso de analistas, pero que borró de un plumazo el efecto revalorizador de la acción durante estas últimas semanas; el del pago de un dividendo extraordinario de 1,02 euros brutos por acción que Enagás desembolsará el próximo 7 de julio, y al que podrán optar aquellos inversores que tuvieran títulos de la empresa a fecha del 4 de julio.

Al margen de este descuento lógico en su valoración, no obstante, el descenso de las acciones también hablaba claro acerca de la percepción de un mercado que valora a Enagás por su rentabilidad por dividendo, pero que no se muestra convencido respecto a sus perspectivas a largo plazo.

Una situación, eso sí, que puede dar un vuelco una vez la compañía anuncie su nuevo plan estratégico el próximo 12 de julio.

El dividendo de Enagás le convirtió en una imprescindible de las carteras

En una época de convulsión y volatilidad donde escasean los rendimientos y predominan las estrategias de inversión defensivas, la rentabilidad por dividendo convirtió a Enagás en un valor imprescindible para muchos gestores de activos, que vieron en el pago del dividendo extraordinario de la compañía una oportunidad ídem para extraer beneficios.

Así lo explicaba Bankinter al incluir a la empresa gasista en su cartera modelo el pasado mes de junio: "En el periodo 2022 la rentabilidad por dividendo supera el 8 por ciento, y con alta visibilidad, ya que la mayor parte de sus ingresos son regulados".

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Tanto confiaba el banco en esta apuesta, de hecho, que este pasado 4 de julio comunicó que daba entrada al valor en su cartera de dividendos, coincidiendo justamente con la fecha límite para beneficiarse del reparto del mismo que llevará a la empresa esta semana.

La entidad cotizada del IBEX 35, sin embargo, también destacaba las oportunidades que la compañía presentaba a medio plazo, apuntando que "la necesidad de reducir la dependencia energética de Rusia abre una oportunidad de crecimiento en Europa para las inversiones en gas y en hidrógeno verde".

El mercado duda sobre su capacidad para acometer la transición energética

A pesar de la lanza rota por Bankinter respecto a las perspectivas de futuro de Enagás, y a los desarrollos positivos presentados por la empresa en ese sentido, el consenso de analistas no terminaba de estar convencido respecto a la viabilidad del camino a recorrer por la empresa.

Unos y otros, hasta el momento, mostraron una mayor preocupación por la rebaja en sus beneficios, así como por la incertidumbre sobre qué camino marcará la empresa en la próxima presentación de su plan estratégico, después de que esta iniciara su rotación de activos con la venta de GNL Quintero en Chile.

En este contexto, el 52,2 por ciento de los expertos miembros del consenso que monitoriza a Enagás optaba por vender sus acciones. Un porcentaje que contrasta significativamente con el escaso 13 por ciento que abogaba por su compra, y con el 34,8 por ciento que prefería mantener una postura neutral respecto a las mismas.

Europa y el eje Marruecos-Algeria, claves para Enagás

"El plan de rotación de activos de Enagás puede ser cada vez más importante para sus perspectivas, ya que los beneficios regulados en España disminuyen y los rendimientos en el extranjero se ralentizan debido a la escasa recuperación de Tallgrass en los Estados Unidos", explicaban desde Bloomberg Intelligence.

Por ello, añadía la firma de análisis norteamericana, "la reorganización de la cartera puede inclinar la exposición geográfica y la financiación hacia Europa, donde el impulso de la diversificación del suministro de gas y la maduración de los proyectos de gas verde podrían dar lugar a oportunidades de crecimiento a mediados de la década".

Una tesis a la que José Miguel Tudela, director de organización y sostenibilidad de Enagás, se adscribió en el podcast de finanzas.com lanzado el 30 de mayo, en el que señaló que la compañía "prepara una actualización estratégica para responder a la nueva hoja de ruta europea, recogida en el RePower EU, de la Comisión Europea".

Mientras la empresa termina de definir este camino en la presentación que llevará a cabo el próximo 12 de julio, abrió una nueva ruta de negocio al comenzar la exportación de gas natural a Marruecos tras el choque diplomático con Argelia.

De acuerdo a los datos publicados por Standard & Poor's y extraídos de la propia Enagás, España comenzó esta reexportación a través del gasoducto GME, marcando el primer flujo directo de gas canalizado desde Europa a África.

Un hito descrito como "un acontecimiento clave para el sector del gas de la región", y que abre nuevas vías para una Enagás en pleno proceso de transformación.

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