Ucrania coloca a Banco Santander al borde del precipicio bursátil

Las acciones de Banco Santander ya pierden en el año un 1 por ciento tras intensificarse el castigo sobre las entidades financieras por la guerra en Ucrania. Este martes cerraron con un desplome superior al 5 por ciento, lo que dejó la cotización en los 2,82 euros.

Pasada una semana desde que comenzó la guerra de Ucrania, la cotización del grupo cántabro acumuló una caída del 9,59 por ciento hasta este jueves y sus acciones cotizan en los 2,89 euros.

Desde mediados de febrero, el desplome supera el 15 por ciento, lo que coloca la cotización del banco al filo de la navaja.

El recrudecimiento del conflicto bélico terminó de un plumazo con el rally alcista de los bancos, que habían fiado buena parte de su impulso a la posibilidad de que el BCE acelerase la normalización de su política monetaria.

El escenario que se acaba de abrir es la peor pesadilla para Christine Lagarde, que tendrá que lidiar con una inflación completamente disparada y con un crecimiento que cada vez será más anémico. Es decir, con el fantasma de la estanflación.

El rompecabezas de los tipos

Por extensión, es el entorno que jamás habrían deseado los bancos, en especial los del sur de Europa, notablemente “más sensibles” al incremento de los tipos de interés, de acuerdo con un análisis de Bloomberg Intelligence.

“El rendimiento superior de los bancos del sur de la UE se ve amenazado por el conflicto entre Rusia y Ucrania, ya que podría dañar las perspectivas de crecimiento del PIB y retrasar las subidas de tipos de interés”, dijeron estos expertos. Y es lo que descuentan las caídas en bolsa.

“Hay muchísima presión e incertidumbre sobre cuánto puede durar la guerra en Ucrania y en qué lugar se va a quedar la economía ante la posibilidad de una desaceleración económica” dijo a finanzas.com Joaquín Robles, analista de XTB.

Es cierto que el mercado aún descuenta una subida de tipos en Europa para final de año. Pero con lo que está pasando en Ucrania, estas expectativas se adivinan demasiado optimistas, insisten las fuentes consultadas.

Banco Santander carga con el riesgo sistémico

Todos estos riesgos que están pasando factura en bolsa a la banca española se acrecientan con los líderes del mercado, como BBVA o Banco Santander.

“El hecho de ser un banco sistémico le hace ser más vulnerable a las perturbaciones del sistema financiero”, dijo a finanzas.com sobre el banco cántabro José Luis Herrera, analista en Banco de Inversión Global (BIG).

En cierta forma, no puede ser ajeno a toda la incertidumbre que gira en torno a la desconexión de diferentes entidades rusas del sistema financiero, como castigo a la invasión de Ucrania.

Pero hay más sombras en el horizonte. Según avanzó este martes Economía Digital, la cercanía geográfica con Polonia arruinó las previsiones de Banco Santander, a través de su filial polaca Santander Bank Polska.

Es la razón por la que la entidad que preside Ana Botín tendrá que reformular las previsiones económicas con las que trabajan para este año. El problema del mercado es el mismo que el que amenaza a Europa, menos crecimiento y más inflación.

Caen soportes clave en Banco Santander

Tras las últimas caídas, la cotización de Banco Santander perdió niveles técnicos muy sensibles y empeoró sus perspectivas.

El primer soporte que ya ha caído está en los mínimos del anterior rebote, en los 2,91 euros, dijo el director de análisis de la revista INVERSIÓN, Josep Codina.

Tras perder esta zona, “podría buscar el siguiente soporte entre los 2,75 y los 2,65 euros, que son los mínimos que se vieron en diciembre”, recordó Codina.

En opinión de Herrera, un cierre semanal por debajo de los 2,96-2,97 euros “podría dar argumentos para pensar en una vuelta a la base del gran canal en que venía transcurriendo la cotización, con objetivo en los 2,6 euros”.

Por el contrario, para ver la luz al final del túnel Codina consideró imprescindible que Banco Santander cierre primero el hueco bajista que dejó el pasado jueves, y más tarde “rebote de manera consistente por encima de los 3,2 euros”.