El mercado hipotecario sale indemne del conflicto por el impuesto registral

Los intereses de los préstamos han repuntado a niveles que no se veían desde 2016, pero el ritmo de firma de hipotecas no solo no se ha resentido, sino que incluso ha crecido. 

Primeras consecuencias de los vaivenes jurídicos derivados de las interpretaciones del Tribunal Supremo sobre el pago del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD), primero, y de la obligación de que sea la banca la que lo pague, después. Mientras que el ritmo de formalización de hipotecas no se ha visto alterado ni un milímetro por los efectos del huracán jurídico provocado por las resoluciones del Tribunal Supremo, los intereses de los préstamos han repuntado a niveles que no se veían desde 2016.

Una vez transcurrido casi un mes desde que el Gobierno decretara que tenían que ser las entidades financieras las que asumieran el AJD, el tipo de interés que aplicaron en sus hipotecas en noviembre aumentó repentinamente hasta situarse por encima del 2%, según los datos de la Asociación Hipotecaria Española.

Esa tasa ha experimentado un repunte considerable, al encontrarse en el 1,93% en octubre. De hecho, se trata del tipo de interés más elevado que ha cobrado la banca, por encima del 2%, desde el verano de 2016. En los dos últimos años, los intereses de las nuevas hipotecas que concedían las entidades se situaban entre el 1,8% y el 1,9%. El último ascenso coincide tanto con la nueva norma tributaria como con una nueva subida del euríbor -ha pasado del -0,15% de octubre al -0,14% de noviembre-, aunque por sí sola no explica la subida de tipos en los nuevos préstamos.

Aunque ningún banco llegó a aclarar cómo iban a responder a la nueva imposición del AJD, algunos ejecutivos insinuaron que tendrían que incrementar el precio de las hipotecas, como finalmente ha ocurrido en apenas tres semanas. El ascenso ha llegado también con la resolución de la comisión de Economía del Congreso que apostó por cargar al sector con todos los gastos hipotecarios iniciales, excepto la tasación.

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Sin embargo, la confusión generada desde mediados de octubre entre quienes iban a escriturar una hipoteca, en un proceso agónico que se prolongó hasta la primera semana de noviembre no ha evitado que en ese mes se formalizaran 30.356 hipotecas para vivienda, lo que supone un incremento del 20,4% con respecto al mismo mes del año anterior, según el INE.

Aunque la banca y los notarios reconocieron que durante los últimos días de octubre una parte de las operaciones se habían paralizado, a la espera del dictamen final del alto tribunal sobre quién debía asumir el pago del impuesto hipotecario, esa intranquilidad en una y otra parte no provocó una cancelación de las operaciones previstas.

El resto de variables del mercado hipotecario también se mantuvieron intactas. Por ejemplo, el importe medio de las hipotecas constituidas ha seguido creciendo: en octubre lo ha hecho casi un 5% en términos interanuales hasta rozar los 127.000 euros por operación. En 2013, el peor momento de la crisis, esa cuantía llegó a descender por debajo de los 100.000 euros. Por su parte, el plazo medio se encuentra ya en 23 años.

Prórroga juzgados de 'suelos'

Por otra parte, el Consejo General del Poder Judicial ha prorrogado los trabajos de 55 juzgados especializados en cláusulas suelo -y otras condiciones abusivas- en toda España. La duración de esta medida será de un año, y no de seis meses, como había venido ocurriendo desde su puesta en marcha el 1 de junio de 2017.

Esta prórroga llega como consecuencia de la «elevada carga de trabajo» soportada por este tipo de juzgados. Las últimas estadísticas reflejan que estos jueces especializados han fallado unos 55.000 casos -la inmensa mayoría, a favor del cliente afectado frente a su banco-, aunque quedarían por resolver, al menos, otras 250.000 causas.

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