Vivienda de segunda mano: los precios comienzan a echar el freno
La desaceleración general en la evolución del precio de la vivienda de segunda mano es un hecho. A escala, los precios de sus operaciones han crecido un 4,2% en el último año. Este menor ritmo en los precios contribuye a que los precios no se aproximen a los previos a la crisis ya que reduce la urgencia por adquirir vivienda entre aquellos compradores e inversores que temen una posible fuerte subida en el corto plazo
La desaceleración general en la evolución del precio de la vivienda de segunda mano es un hecho. A escala, los precios de sus operaciones han crecido un 4,2% en el último año, según un informa del grupo inmobiliario Redpiso.
De acuerdo con el servicio de estudios de esa firma, la ralentización se confirma tras tras advertirse en noviembre de 2018 un frenazo en la subida de precios de la vivienda usada en la Comunidad de Madrid -en torno a un 9% en la segunda mitad del año frente a un 19% en el primer semestre-.
"Tras varios años de recuperación sostenida, nuestro equipo ha confirmado de nuevo la estabilización de la subida de precios en vivienda usada, en este caso en casi todo el país. En Madrid, donde ya identificamos la desaceleración y donde en los últimos años se estaba experimentando un fuerte incremento, volvemos a comprobar que el precio se mantiene", explica Manuel Fernández, director general de Redpiso y uno de sus fundadores.
Además de mantenerse en Madrid, la compañía ha observado que, en el último año, en zonas como Valencia, Zaragoza, Barcelona, Cádiz, Alicante y Málaga los precios incluso han experimentado bajadas del 7,4%, 20,1%, 12,4%, 7,7%, 17,6% y 14,1%, respectivamente.
Según la misma fuente, esta desaceleración contribuye a que los precios no se aproximen a los previos a la crisis ya que reduce la urgencia por adquirir vivienda entre aquellos compradores e inversores que temen una posible fuerte subida en el corto plazo. Asimismo, Fernández expone que "esta estabilización mantiene a la vivienda usada en una posición muy competitiva frente a la obra nueva, cuyos precios están en pleno crecimiento y solo en el primer trimestre de 2019 se han disparado un 10,4%".
Lo cierto es que el mercado inmobiliario residencial está dando los primeros síntomas claros de agotamiento. Los más recientes los proporcionó el INE con su estadística de transmisiones de la propiedad que reflejó que en el mes de junio las compraventas de viviendas cayeron un 9% interanual, hasta las 40.961. El descenso es algo más importante en las usadas (-9,2%) que en las nuevas (-7,8%). Pero las grandes protagonistas de las transacciones de viviendas continúan siendo las casas de segunda mano (33.756 operaciones, frente a las 7.205 de las nuevas).
En el acumulado del año, el número de transacciones inmobiliarias es hasta el momento idéntico al del ejercicio pasado por estas fechas: alrededor de 263.500. Y ello es así gracias al repunte de las ventas de viviendas nuevas, que han crecido un 7,4% y pese al descenso del 1,6% en las compraventas de casas de segunda mano. El mal comportamiento de la vivienda usada se deja sentir más porque su proporción sobre el total de las compraventas también es superior.