BBVA tras el intento de asalto de Sacyr
¿RECUERDAS? ● En 2005, BBVA dio por superado el conflicto con Sacyr. En ese momento, nadie imaginó que 17 años después ese capítulo seguiría abierto por el excomisario Villarejo
El entonces presidente de BBVA, Francisco González, llegó tranquilo a la junta general de accionistas que en 2005 celebró la entidad en Bilbao. Sacyr ya había renunciado a su propósito de controlar algo más del 3 por ciento del banco y ocupar un puesto en el consejo.
González ya no temía ningún nuevo intento de control sobre el banco. La junta sirvió para escenificar el apoyo de la mayoría de los accionistas a la gestión realizada en 2004, sobre todo porque les dio el dividendo más alto de la historia del banco.
Y esa era la máxima que el entonces presidente esgrimió para defender su rechazo a tener un núcleo duro en el accionariado del banco: una gestión orientada a generar valor, que ofreciera buenos retornos a los más de un millón de accionistas y que estuviera basada en un consejo de administración «verdaderamente independiente, en el que no pueda haber ningún tipo de conflicto de intereses».
A partir de aquí, González presentó un plan de innovación estratégica que debía servir para que BBVA se convirtiera en una de las diez primeras entidades financieras del mundo, en un periodo de tres a cinco años, no más tarde de 2010.
El plan pasaba por una clara apuesta por México y una ofensiva comercial sin precedentes. Se trataba de vender fondos de inversión y fondos de pensiones como se venden televisores o electrodomésticos. Tampoco descartaba algún tipo de acuerdo estratégico en Europa que reforzara la posición accionarial de su consejo.
Lo que no podía pensar es que años después todo saltaría por los aires. El pasado siempre vuelve y más si está Villarejo por medio.