César Alierta y la nueva era de Telefónica
¿RECUERDAS? ● La llegada de César Alierta a la presidencia de Telefónica fue acogida con recelo por los analistas. Pronto cambiaron de opinión
Tan solo 12 meses después de asumir la presidencia de Telefónica, el nuevo estilo de gestión impuesto por César Alierta convenció a los analistas. A pesar de los cambios internos que sufrió la operadora y de la importante crisis bursátil que afectaba a las empresas de telecomunicaciones, el balance en bolsa era bueno. En el 2001 sus títulos se revalorizaban un 10 por ciento, por encima de las principales operadoras europeas y del propio IBEX 35.
El objetivo que se marcó Alierta fue consolidar el fuerte crecimiento de la etapa Villalonga. En la presentación del nuevo plan estratégico de la compañía apostó por un crecimiento más racional y, sobre todo, por una mayor rentabilidad.
Y es que hasta el 2000 su estrategia fue justamente la contraria: crecer por encima de cualquier otra circunstancia.
Con Alierta, según explicaba la revista Inversión, en su número 375, Telefónica era uno de los valores de la bolsa española que más unanimidad despertaba entre las casas de análisis.
Su capitalización bursátil, alrededor de 85.000 millones de euros, la situaba como la primera de la zona del euro, seguida muy de cerca por Deutsche Telekom y France Telecom. Era además el líder absoluto en el mercado español y contaba con una sólida posición en Latinoamérica. En el mercado doméstico contaba con una cuota en telefonía fija del 95 por ciento y en móviles, del 55 por ciento.
La mayoría de los precios objetivos de Telefónica de los expertos consultados por Inversión en su día situaban el valor en bolsa por fundamentales en una banda de entre 22 y 26 euros. Son precios que hoy despiertan añoranza entre sus accionistas, que llevan tiempo esperando que la operadora salga del pozo de los cuatro euros.