Invertir en una montaña rusa
LEGADO ● En 2010, las turbulencias eran constantes en el mercado español. En apenas 15 días, el IBEX 35 se había apuntado seis sesiones en las que había subido o bajado más de un 2%
El escenario era de máximo peligro para inversores no avezados y para aquellos que, aunque invierten a medio o largo plazo, gustan de seguir las cotizaciones diariamente y no logran coger el sueño cuando se tuercen los índices. Todo indicaba que esta volatilidad permanecería en los mercados, especialmente en las bolsas españolas, durante un buen tiempo.
La aparente tranquilidad tras la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de comprar deuda para aflojar la tensión que existía sobre el diferencial de la deuda de algunos países, principalmente de la deuda española, escondía una peligrosa situación que en cualquier momento podría llevar los índices a un nuevo vaivén.