La eterna apuesta por el dólar
En 2012, como en la actualidad, el billete verde se convertía en el principal refugio frente a las incertidumbres. Los expertos recomendaban invertir en activos en la divisa de los Estados Unidos ante la debilidad europea
Hace 10 años, como ahora, todo jugaba en contra del euro y el dólar se beneficiaba de esa situación. Seguía la estela iniciada en 2011, cuando se erigió, junto con el bono alemán, como el único refugio para los inversores.
El franco suizo y el yen, intervenidos para frenar una imparable apreciación que ralentizaba sendas economías, dejaban de ser inversiones rentables y seguras. Esa era la primera razón que explicaba la buena marcha del dólar.