Las réplicas de la crisis de deuda
¿RECUERDAS? ● En junio de 2010 era tiempo de ponerse a cubierto. Todos los activos se veían afectados por la peligrosa crisis de deuda
Los temores que han surgido sobre una nueva crisis de deuda en la zona euro, que ha provocado la inmediata reacción del BCE, ha llevado a los inversores a mirar al retrovisor de 2010. Entonces, la mancha de aceite de la crisis de la deuda pública era cada vez más espesa y más extensa.
Volvía a poner en riesgo a los bancos y al crecimiento económico. Los diques que se colocaron para contener la deflación de deuda en forma de draconianos planes de ajuste ponían en peligro la recuperación, sin conseguir tranquilizar a los inversores, que ya atacaban a deudas tan sólidas como la francesa.
La curva de los tipos de la deuda alemana anticipaba un escenario deflacionista para la primera economía europea. Tampoco había resultado efectivo el plan de contingencia elaborado por Bruselas para organizar rescates en la zona euro. Ni las compras de bonos periféricos por parte del BCE, que ya estaban valoradas en más de 40.000 millones de euros.
Los mercados, según publicaba la revista Inversión, estaban muy nerviosos. Descontaban las probabilidades crecientes de una nueva crisis financiera, de una verdadera sequía en los mercados de crédito.
Hasta que no se tomaran medidas que surtieran efectos, el semanario económico reconocía que moverse en medio del caos era muy difícil, especialmente en España que, con razón o sin ella, se mostraba muy vulnerable.
Pero aún en medio de una incipiente crisis de crédito, con una gran sequía en el mercado interbancario y con peligros deflacionistas, el inversor tenía por delante una inaplazable tarea, la de proteger su patrimonio por encima de todo. Y lo tenía que hacer tomando decisiones tanto en bolsa, como en fondos de inversión y en el mercado inmobiliario.