Un año después de que Elon Musk comprara Twitter porque, según dijo, hacerlo era "importante para el futuro de la civilización", el servicio de redes sociales es más pequeño en casi todos los sentidos. Alrededor de un 13 por ciento menos de usuarios se registraron cada día en septiembre, en comparación con octubre pasado, según la firma de datos Apptopia.

La empresa emplea a unas 1.500 personas, frente a las 7.500 que tenía el día que Musk la compró. Y una plataforma que una vez fue un lugar clave de debate en línea para profesionales de los medios, activistas políticos y adictos a las noticias está perdiendo rápidamente su relevancia como fuente dinámica de información y conversación en tiempo real.