La fábrica de chocolate que aun funciona en el país desgarrado por Putin
Las empresas que aun funcionan en Ucrania se enfrentan a cortes de energía, una demanda cada vez menor y escasez de personal a medida que los trabajadores se unen a la guerra o huyen del país
Cada vez que suena la sirena de ataque aéreo sobre la región de Lviv, en el oeste de Ucrania, las líneas de producción de Nestlé se detienen. Mientras el personal se dirige al refugio antiaéreo, a menudo durante dos horas o más, hay filas de galletas Nesquik cubiertas de chocolate al aire libre. Para cuando sea seguro salir, las barras de caramelo ya no estarán frescas y será necesario triturarlas y reciclarlas como relleno de oblea. Más arriba en la línea de producción, la masa de oblea no utilizada habrá comenzado a fermentar y simplemente habrá que tirarla.
Cada vez que se producen estas redadas, normalmente unas dos veces por semana, los 250 empleados corren hacia los tres refugios del sótano en busca de protección. Una vez allí, los nervios se apoderan de nosotros, dice Iryna Popova, jefa de la subdivisión de chocolate. "Si estás aquí en la fábrica, estás seguro porque tenemos refugios y está bien. Pero luego empiezas a pensar en tu familia, en tus parientes, y no sabes dónde están", dice. "Psicológica y emocionalmente, es muy difícil".