China encuentra cómo salvar a sus coches eléctricos de los aranceles de Bruselas

De España a Turquía, varios fabricantes se preparan para producir los coches eléctricos de las principales marcas chinas. Esperan evitar así los enormes aranceles europeos a la importación

Las marcas chinas de vehículos eléctricos plantean una estrategia destinada a sortear los nuevos aranceles.


Los fabricantes chinos de coches eléctricos se están expandiendo por Europa para contrarrestar el impacto de los aranceles de Bruselas, destinados a debilitar su ventaja de precios sobre los fabricantes locales. Con la Unión Europea (UE) aumentando esas tarifas hasta un 48 por ciento, la nueva generación de marcas chinas de vehículos ecológicos se asocia con la industria local para que sus coches se consideren de fabricación nacional.

Sin estas medidas, los vehículos eléctricos chinos podrían resultar miles de euros más caros para los consumidores, o no ser rentables.  Barcelona acogerá en breve el Omoda E5, fabricado por Chery Automobile, que se ha asociado con la española Ebro-EV Motors. En Polonia, los coches urbanos T03 de Leapmotor están saliendo de una cadena de montaje propiedad de Jeep y Fiat Stellantis. Mientras tanto, BYD ha anunciado planes para su propia fábrica en Hungría, con otra en el horizonte en Turquía. Zeekr está sopesando centros de producción propiedad de su matriz Geely

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