El acuerdo clave de la COP 27: pendiente de un hilo
El debate de la COP 27 sobre cómo pueden compensar por sus emisiones las grandes potencias mundiales a los países emergentes sigue sin cerrarse, a falta de tres jornadas para concluir la cumbre
La cumbre internacional de la COP 27 arrancó su edición de este año con el hito de incluir en su agenda el debate sobre una posible compensación histórica, de las grandes potencias mundiales a los países emergentes, en materia de "pérdidas y daños", el concepto empleado por la ONU para definir el impacto en suelo de los segundos, de los fenómenos metereológicos extremos generados por las emisiones de los primeros.
Las negociaciones para que la cumbre por el clima mantenida en Egipto se cierre este viernes con un acuerdo oficial respecto a esta materia, sin embargo, seguían embarradas a falta de tres jornadas para su fin, a pesar de esfuerzos como los realizados por el Ministro de Exteriores del propio país anfitrión, Sameh Shoukry.
Egipto redobla su presión para alcanzar un acuerdo
Tras un comienzo lento en las negociaciones respecto a las compensaciones por pérdidas y daños mantenidas durante la primera semana de la cumbre, la presidencia egipcia de la COP 27 esbozó un ambicioso calendario para la segunda semana, con el objetivo de que todos los países alcanzaran un acuerdo para el viernes.
La idea del Ministro egipcio, y presidente de esta edición de la COP, pasaba porque durante ese último día de la cumbre, se pueda anunciar un "texto definitivo" que establezca los objetivos y compromisos acordados en esta materia.
"Todavía nos queda mucho trabajo por delante si queremos lograr resultados significativos y tangibles de los que podamos estar orgullosos; ahora debemos cambiar de marcha", apuntó Shoukry durante un discurso pronunciado el lunes.
"El tiempo no está de nuestra parte y el mundo nos observa: unámonos y cumplamos ahora", añadió.
Ese mismo día, además, la ONU publicó un borrador de texto que establecía los posibles acuerdo a alcanzar en materia de esta financiación para los países asolados por los impactos climáticos.
El martes, no obstante, Shoukry tuvo que reiterar su mensaje de presión para alcanzar un acuerdo internacional, porque una serie de cuestiones clave seguían estancadas al cierre de la jornada.
Los detalles por pulir antes de finalizar la COP 27
El borrador de texto publicado por la ONU esbozó un plan de actuación según el cual, al término de la COP 27, los países ricos contarán con un plazo de dos años para trabajar en la forma de financiar a los países en desarrollo que sufren "pérdidas y daños", y ofrecía dos vías de salida a este proceso.
En la primera opción, el proceso desembocaría en "acuerdos de financiación" para las pérdidas y los daños que se firmarían antes de noviembre de 2024, y que incluirían un mecanismo de financiación de la ONU.
La segunda opción retrasaría hasta 2023 la decisión sobre cuál será el papel del organismo climático de la ONU, en un "mosaico" más amplio de opciones para financiar las pérdidas y los daños.
Más de 130 países en vías de desarrollo, entre los que se encuentran pequeños estados insulares y grandes economías emergentes, sin embargo, están exigiendo que la COP 27 termine con una decisión firme de establecer un fondo para pérdidas y daños, aunque aún se necesiten años para que este mecanismo haga llegar la financiación real a las naciones.
Es decir, que no quieren esperar dos años para saber si las grandes potencias aceptan compensarles por sus emisiones, y después recibir el dinero. Quieren que las naciones más ricas del planeta se vayan de Egipto asumiendo su necesidad de compensar sus daños, y después negocien cómo hacerlo.
Si no se desbloquean las negociaciones, estas naciones emergentes tendrán que esperar un año más a que las grandes potencias mundiales vuelvan a poner el foco de la sostenibilidad como una prioridad en su agenda, demostrando, una vez más, que muchas promesas hechas en estas cumbres terminan por quedar en nada, como ya se denunció en las semanas previas a la COP 27.