Solo un 3% de los grandes inversores olvida el cambio climático al seleccionar activos
La información sobre riesgos climáticos se ha convertido en imprescindible para las gestoras. El modelo de 'reporting' favorito es el de TCFD
La presión que está viviendo el sector del petróleo desde todos los ámbitos no es casual. Son muy pocos los grandes inversores que se olvidan del cambio climático a la hora de tomar decisiones de inversiones. De hecho, de acuerdo con Morrow Sodali, apenas un 3% de los grandes fondos pasa por alto este factor al plantearse la inversión en activos.
El 'solicitor' explica en su 'Encuesta a Inversores Institucionales de 2021', en la que han participado inversores que gestionan 29 billones de dólares en activos, que la importancia del cambio climático ha ido creciendo de forma significativa desde 2015 -es la sexta edición de este informe-; es decir desde el ejercicio en el que se firmó el Acuerdo de París.
Un 58% de los consultados considera 'muy importantes' los riesgos climáticos
"Las gestoras de activos más grandes del mundo se han centrado claramente en los riesgos climáticos, tal como demuestran sus directrices de voto y prioridades en 'engagement'", señala.
"Un total del 97% de los encuestados considera el riesgo climático como muy importante o algo importante en sus decisiones de inversión", avanza Morrow Sodali. Los primeros, son, además, mayoritarios: equivalen a un 58% de los consultados.
Un interés que se traslada a la información que las empresas publican sobre temas medioambientales. Todas las firmas señalan que se leen la información concreta sobre medio ambiente que difunden las empresas que forman parte de su cartera. No obstante, reconocen que es una tarea que muchas veces es complicada.
"Esto se debe a que actualmente no existe una armonización real en los informes relativos al clima, los riesgos son exclusivos de la situación de cada empresa y el análisis y planificación de escenarios es complejo", valora Morrow Sodali en el informe.
Una complejidad que ha provocado que las grandes gestoras estén optando por construir sus propios equipos internos de análisis ESG.
La relación entre cambio climático e impacto financiero
Uno de los puntos que debería mejorar para facilitar la comprensión de la información no financiera es que realmente sirviera para 'dibujar' un escenario claro sobre cómo los riesgos climáticos afectan a los riesgos y oportunidades en términos financieros de las empresas cotizadas-.
Este es uno de los puntos clave para poder llevar a cabo una buena aproximación del valor hipotético tanto de una acción como de un bono teniendo en cuenta los factores ESG (véase gráfico superior).
Contar con indicadores de medición y que los horizontes y objetivos estén alineados con la estrategia corporativa son algunas de las 'peticiones' que los inversores institucionales reclaman a las empresas cotizadas o emisoras de renta fija.
"Los inversores están cada vez más interesados en objetivos a corto y medio plazo sobre las emisiones de carbono, que les ayuden en la evaluación de las hojas de ruta para la transición hacia una economía baja en carbono", señala el informe.
A falta de un modelo integrado en línea con el que está tratando de promover la Comisión Europea, el informe siguiendo la guía de la Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD) es el favorito de los inversores.
Así, hasta tres cuartas partes de los encuestados lo elige como uno de sus modelos favoritos 'reporting', seguido del de SASB. Los sistemas propios de cada entidad también gusta a casi 4 de cada 10 encuestados.
Sin un sistema obligatorio claro o estándar, los inversores institucionales -el Reino Unido y Nueva Zelanda están preparando sus propios modelos además de la Unión Europea- las guías de los pesos pesados de la industria se están convirtiendo en una de las hojas de ruta a seguir.
Por ejemplo, BlackRock o State Street están reclamando la utilización de TCFD o SASB. La alternativa más utilizada por las empresas europeas, GRI, sin embargo, solo es elegida por un 17% de los inversores.
Cabe apuntar que la participación de inversores estadounidenses y del Reino Unido supera a los de Europa Continental en la encuesta de Morrow Sodali; lo que podría influir en las conclusiones.
Así, un 33% de los encuestados cuentan con pasaporte del Reino Unido; un 17% de los Estados Unidos; un 12% del resto de Europa y un 38% de otras partes del mundo.