En la jornada 'Retos y oportunidades de la descarbonización en la industria' organizada por Naturgy, Reynés subrayó la necesidad de evitar estas deslocalizaciones de la industria, ya que "acarrean problemas para la economía del país".

Dentro de estas soluciones para la industria, apuntó la apuesta de la compañía por los gases renovables como una vía para descarbonizar estos sectores. "Hay que cambiar la forma de hacer las cosas y esto requiere su tiempo, analizar la ruta para llevar a cabo estos objetivos", dijo.

Por ello, también señaló la importancia de abordar la solución de la descarbonización desde la neutralidad tecnológica, "que es la piedra angular de toda esta solución". "La electrificación es importante, pero no todo es electrificable", añadió al respecto.

El directivo pidió también para este proceso de transición energética un marco normativo "simplificado y eficaz", así como incentivos para la inversión para que la industria pueda abordar el proceso de la transición energética.

Marcos regulatorios "estables y a largo plazo"

En este sentido, Reynés afirmó que hay industrias que van a requerir "ingentes cantidades de dinero" para abordar su descarbonización, por lo que será necesario disponer de unos marcos regulatorios "estables y a largo plazo".

"Para poder hacer las cosas tenemos que tener una cierta seguridad del tiempo, si no es así la inversión es difícilmente que se pueda afrontar", dijo.

Asimismo, consideró que todavía queda "mucho por hacer" en aspectos claves como "el cuello de botella" en los permisos administrativos o en la promoción del consumo.

"Nuestro objetivo como proveedores de energía es mantener o incrementar el peso de la producción industrial en la economía del país que genera empleo y estabilidad a largo plazo", dijo.

Reynés, que destacó el compromiso de una empresa como Naturgy con 180 años de vida con la descarbonización y la industria, señaló también la importancia en esta transformación del "trilema energético" para cumplir los retos de la sostenibilidad, garantizando la seguridad de suministro energético y a unos precios asequibles.

Garamendi pide dar confianza a los inversores

Por su parte, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, defendió la importancia de que se dote a este proceso de transición energética de seguridad jurídica y de una "estabilidad regulatoria y claridad de las normas que dé confianza a los inversores".

"Hablamos de miles de millones de euros. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) recoge casi 300.000 millones de euros de inversión, el 80 por ciento (260.000 millones de euros) de inversión privada, y para eso hay que dar ese mensaje de estabilidad y confianza a los inversores tanto españoles como extranjeros", añadió.

Garamendi, que estimó la necesidad de hacer la transición energética "desde un punto de vista de neutralidad tecnológica, consideró que la sostenibilidad es una "pata fundamental" en el proceso de transformación, aunque aseguró que si no hay economía y competitividad para las empresas existiría "un auténtico problema".

Asimismo, advirtió de que "tiene poco sentido castigar" al sector energético "con impuestos a la carta" y también a la banca, "que es quien tiene que prestar ese dinero", si se quiere tener éxito en todo este proceso. "Hay que crear un ecosistema para que esto funcione", dijo.

Además, el presidente de la patronal de empresarios hizo una defensa de la necesidad de elevar el papel de la industria y aspirar a los objetivos de un peso mínimo del 20 por ciento en el PIB del país.

"En España estamos hablando que no llega al 16 por ciento con el sector energético y sin él es del 11 por ciento. Los empleos en la industria son esos empleos bien retribuidos, cuando no hay que discutir cuáles son las horas y los convenios. Cuando el PIB industrial supera el 20 por ciento el paro es menor", aseguró.

"Europa no se puede quedar atrás y se está despistando. Es muy acertado empezar a trabajar en una Ley de Industria sólida, que no excluya a nadie, y donde la industria energética tiene un papel clave", añadió.