La hoja de ruta de la banca en financiación ‘verde’ se queda corta en tiempo récord
Bank of America aumenta en 300.000 millones sus objetivos presentados en 2019. El BBVA también ya ha avanzado que tendrá que revisarlos al alza
La financiación de inversiones relacionadas con el proceso de transición a una economía sostenible y baja en carbono que se fijaron las entidades bancarias en los últimos años no han tardado en quedarse desactualizadas. Los bancos quieren marcarse objetivos más ambiciosos.
El último en actualizar sus objetivos ha sido el gigante estadounidense Bank of America. Este jueves ha anunciado un aumento de 300.000 millones de dólares en su meta de financiación, fijada en 2019, para actividades que contribuyan a aceleren la transición hacia una economía con bajas emisiones.
De esta forma, Bank of America se ha marcado como objetivo para 2030 movilizar un billón de dólares para financiar proyectos entre los que se incluyen: compras de vehículos eléctricos, plantas de reciclaje municipales, asesoramiento en fusiones y adquisiciones de compañías de energía eólica o solar y la suscripción de bonos verdes.
Asimismo, el grupo estadounidense ha prometido 500.000 millones de dólares adiciones, que completarían 1,5 billones a nivel global, para la financiación de actividades que aborden los Objetivos de Sostenibilidad (ODS) fijados por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para el 2030.
Financiará también otros ODS no climáticos
Más allá de la movilización de capital para actividades relacionadas con el clima, que supone dos terceras parte del objetivo, el resto de la financiación sostenible se centrará en el desarrollo social inclusivo, escalando el capital para promover el desarrollo comunitario, la vivienda asequible, la atención médica y la educación, además de la igualdad racial y de género.
"El sector privado está bien posicionado para garantizar que el capital necesario a la escala que se necesita para impulsar la transición a una economía sostenible y con bajas emisiones de carbono", ha aseguró en un comunicado la vicepresidenta de Bank of America, Anne Finucane, quien lidera los esfuerzos del banco en materia ambiental, social y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés).
En una entrevista este jueves, citada por Bloomberg, la vicepresidenta de BofA ha añadido que, además, se trata de "una gran oportunidad de negocio". "Sería una tontería como institución financiera el no estar listo para tener los productos, los servicios y la experiencia para ayudar a los clientes a hacer esa transición" a una economía neutral en emisiones de carbono, ha enfatizado.
BofA está en el punto de mira de los activistas climáticos
"Bank of America continuará movilizando a los actores de todo el sistema financiero para aumentar el flujo de capital", ha añadido el director de operaciones de Bank of America, Tom Montag, quien copreside el Comité de Mercados Sostenibles de la entidad junto a Finucane.
Desde 2013, la compañía con sede en Charlotte ha emitido un total de 9.850 millones de dólares con ocho bonos corporativos verdes, sociales y de sostenibilidad.
BofA hizo la primera emisión centrada en conseguir la igualdad racial
En el 2020, Bank of America emitió un bono social corporativo de 1.000 millones de dólares para apoyar a quienes se encuentran en la primera línea de la crisis de salud del coronavirus.
Además, en el último año emitió un bono de sostenibilidad de 2.000 millones dólares centrado en el progreso de la igualdad. Fue el primer bono creado específicamente para ayudar a promover la igualdad racial, las oportunidades económicas y la sostenibilidad ambiental.
Es el cuarto banco que más financia combustibles fósiles
A pesar de ello, el grupo sigue en el punto de mira de los activistas por ser uno de los cinco principales financiadores del mundo de empresas de combustibles fósiles.
De acuerdo con los datos de Rainforest Action Network, la entidad habría firmado créditos por 198.452 millones de dólares entre el 2016 y 2020 con dichas empresas, con lo que ocupa el cuarto lugar en la lista global de bancos que más financian compañías de combustibles fósiles.
La banca española también podría revisar sus objetivos
La financiación sostenible es una línea de negocio en fuerte crecimiento, también para la banca española.
En 2018, el BBVA se comprometió a movilizar 100.000 millones de euros en su estrategia hasta 2025 en cambio climático y desarrollo sostenible. En poco más de dos años, ya ha cruzado el ecuador de este plan, es decir, ha movilizado 50.000 millones de euros.
Estas financiaciones se pueden clasificar en tres categorías: las ligadas a inversiones relacionadas con el proceso de transición a una economía baja en carbono, se quedaban con el 70% del plan; los proyectos que apoyaran la inclusión financiera y emprendimiento, con el 18%, y los proyectos de infraestructuras sostenibles y ‘agribusiness’, relacionados con el sector agrícola, que representan el 12%.
El presidente de BBVA, Carlos Torres, anticipó a principios de año que los objetivos de su "Plan compromiso 2025", presentado en 2018, ya se han quedado cortos. Torres reconoció que, con este ritmo, «en algún momento», habrá que revisarlos al alza.
Torres (BBVA) ya anticipó que habría que revisarl los objetivos al alza
Por su parte, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, también coincide en que 2021 será un año de crecimiento en financiación sostenible, tras el salto cualitativo del 2020.
La entidad movilizó 12.500 millones en financiación sostenible en el último año, según los datos de la presentación de resultados de 2020, desglosados por Jordi Gual, presidente de Caixabank hasta marzo, cuando fue relevado por Ignacio Goirigolzarri, tras la fusión por absorción de Bankia.
Bajo este paraguas, la banca incluye la financiación concedida con criterios de sostenibilidad -tanto verde, como la ligada a objetivos o social- y también las intermediaciones y sus emisiones de bonos.