Los puntos fuertes y débiles de la estrategia sostenible de Inditex
La compañía del IBEX ya ha cumplido con todos sus objetivos para 2020. Ahora pretende llegar a los cero residuos en todas sus instalaciones, aunque tiene el reto de reducir con fuerza sus emisiones
Inditex acaba de cerrar los nueve primeros meses de su ejercicio más complicado. El coronavirus le ha obligado a cerrar las puertas de gran parte de sus tiendas y eso se ve reflejado en sus resultados y en el día a día de su actividad.
¿Cómo le va en el año? Básicamente, sus ventas siguen a la baja (con una caída del 14% en el tercer trimestre), aunque su rentabilidad vuelve a ver la luz y gana 866 millones en el conjunto esos tres meses.
Pero más allá de los resultados financieros, el primer grupo textil del mundo también da detalles sobre otros aspectos de cómo avanza su negocio, incluida la gestión de ESG (Environmental, Social & Corporate Governance), sobre todo en lo relativo a la E de esas tres siglas: la sostenibilidad.
Inditex desglosa en la presentación a inversores realizada este martes qué objetivos ha conseguido en esta materia, aquellos que se había marcado para el año 2020. En algún aspecto, incluso ha avanzado más de lo que preveía anteriormente.
¿En qué ha cumplido la dueña de Zara?
Este año habrá dado por cumplidos seis aspectos vinculados a su estrategia de sostenibilidad, según desglosa en la presentación de resultados.
Por un lado, las tiendas de todas sus cadenas (Massimo Dutti, Oysho, Pull & Bear, Uterqüe…) son ecoeficientes, cuando al cierre del ejercicio 2019 era el 92,7%, según indica en su informe anual.
Bajo este concepto incluye, por ejemplo, medidas relativas al consumo energético, mediante sistemas de climatización más eficientes con los que ha rebajado en un 6% en el consumo relativo de electricidad por metro cuadrado.
Hasta 2020 ha logrado que sus tiendas sean más eficientes energéticamente, rebajar el uso de plástico y elevar el número de prendas sostenibles
Por otro, todos sus establecimientos cuentan con contenedores de reciclaje de ropa, para dar un segundo uso a esas prendas, ya sea a través de su cesión a asociaciones no gubernamentales o recuperando esos tejidos para volverlos a usar en fábrica.
Además, respecto a sus tiendas, Inditex da por conseguida la eliminación del uso de bolsas de plástico en todas sus cadenas.
Con respecto a sus prendas, asegura que más del 30% de las que comercializa (su objetivo inicial era el 25%) cuentan con la etiqueta Join Life, que indica que se han fabricado con procesos de producción y con materias primas más sostenibles.
Y respecto a los tejidos, asegura en su presentación al mercado que el 100% de las fibras que emplea en su fabricación son respetuosas con los bosques.
Por último, mantiene el compromiso con Zero Discharge of Hazardous Chemicals (ZDHC), para alcanzar este año la restricción y eliminación de determinadas sustancias químicas en el proceso de fabricación de productos textiles.
¿Cuáles son los objetivos que tiene por delante?
Al margen de lo que ha logrado, Inditex tiene por delante dos tandas de compromisos medioambientales. Los primeros, a lograr con el horizonte 2023; y los segundos, dos años después, en 2025.
De cara a ese objetivo a casi dos años vista, la compañía presidida por Pablo Isla se marca cuatro metas. Las dos primeras son conseguir los cero residuos en todas sus instalaciones (sedes corporativas, centros logísticos y tiendas propias), y que el 100% de las fibras de materiales celulósicos que emplea en sus prendas sean sostenibles.
Además, persigue la eliminación de los plásticos de un solo uso para clientes (por ejemplo, los envases que recubren determinados artículos) y el 100% de recogida de todos los materiales de paquetería para su reciclaje o su reutilización en la cadena de suministro.
Ya de cara a 2025, le quedarán otros cuatro compromisos de sostenibilidad por cumplir. Uno de ellos es energético: lograr un 80% de consumo de energía renovable en sus instalaciones (sede, centros logísticos y tiendas propias).
Los otros tres tienen que ver con los materiales que emplea y, por tanto, conllevarán la colaboración de sus proveedores. Aspira que, en 2025, el 100% del algodón sea sostenible (puede ser orgánico o reciclado) y también sea 100% sostenible tanto el lino como el poliéster que emplea.
Al margen de estos compromisos está la reducción de emisiones. La Unión Europea marcó la semana pasada un objetivo de reducción de gases contaminantes del 55%.
En esta cuestión, Inditex enmarca su gestión en su adhesión al compromiso impulsado por la Oficina de Cambio Climático de las Naciones Unidas, denominado ‘Fashion Industry Charter for Climate Action’.
Este compromiso, al igual que la Unión Europea, busca lograr las cero emisiones netas en 2050. En cambio, marca un objetivo inicial de reducción de emisiones intermedio significativamente más bajo, de un 30% para 2030.
Este conjunto de compromisos es una de las principales bazas en la gestión ESG de la multinacional gallega para auparse como la mejor posicionada de todo el IBEX 35 en los ranking que miden el compromiso medioambiental y social.
Inditex logra las mejores puntuaciones que otorgan las tres principales firmas de análisis ESG. Consigue la calificación AAA que otorga MSCI; su riesgo ESG es nulo, según Sustainalytics; y logra la medalla de oro que otorga S&P SAM.
Análisis de proveedores
En los dos primeros casos (S&P no desglosa los motivos de su valoración) se destaca positivamente la gestión que hace la compañía fundada por Amancio Ortega de su cadena de proveedores. Una de las cuestiones más en el punto de mira del sector textil por fabricar gran parte de sus prendas en países del sudeste asiático.
En este campo, Inditex realizó el pasado ejercicio 12.215 auditorías a proveedores. De ellas, más de la mitad (6.400) fueron sociales, con el objetivo de verificar si esos proveedores cumplías con los derechos humanos y laborales y corregir posibles incumplimientos.
En total, en el pasado ejercicio 2019 Inditex descartó a 25 proveedores por incumplimientos vinculados a su código de conducta.
Además, en ese año fiscal, realizó 2.789 auditorías pre-assessment, con el objetivo de garantizarse que sólo incorpora a la cadena de producción proveedores que cumplen con sus estándares. De esa cifra, algo más de un 80% fue considerado apto.