IAG recibió esta semana una distinción que la separa de algunos de sus competidores en todos los rangos de precios del sector — como Air France y Lufhtansa en la parte alta, y Ryanair o Wizzair en la baja —, resaltando el buen desempeño de la cotizada del IBEX 35 en la gestión de su impacto ambiental.

El grupo de aerolíneas dirigido por Luis Gallego recibió la calificación ‘A’ de parte de la organización sin ánimo de lucro, Carbon Disclosure Project (CDP).

CDP es una entidad que trabaja con inversores, compañías, ciudades, estados y regiones, a través de una base de datos a nivel mundial, para proporcionarles información sobre su desempeño en materia de sostenibilidad, y este año calificó a casi 15.000 empresas por su información sobre el cambio climático, los bosques y la seguridad del agua.

De estas 15.000 compañías calificadas por su desempeño en la gestión contra el cambio climático, no obstante, solo 283 lograron recoger la mencionada clasificación ‘A’.

La obtención de esta nota, de acuerdo a los criterios establecidos por CDP, supone que IAG logró ser parte del 3 por ciento de compañías que demostró “liderazgo medioambiental divulgando medidas sobre el cambio climático, la deforestación o la seguridad del agua”.

Desde CDP se apuntó, además, que las compañías receptoras de esta calificación ‘A’ también probaron “haber emprendido acciones como establecer objetivos basados en la ciencia, crear un plan de transición climática, desarrollar estrategias de evaluación de riesgos relacionados con el agua, o informar sobre el impacto de la deforestación en todas las operaciones, cadenas de suministro y materias primas pertinentes”.

IAG pone el broche a una progresión anual paulatina

IAG, por tanto, consiguió esta semana que su nombre se sumara a una lista de líderes en materia de sostenibilidad donde también aparecen firmas españolas como Aena, Acciona y Cellnex, o europeas de referencia en este ámbito, como Danone o L’oreal.

Y lo hizo, asimismo, logrando el hito de ser la única compañía del sector de la aviación, junto a la asiática ANA Holdings, propietaria de aerolíneas como Japan Airlines o Jetblue, en recibir una calificación ‘A’ este año 2022.

2022 es el primer año en el que más de una aerolínea ha obtenido una calificación ‘A’, después de que ninguna la obtuviese en 2021, año en que IAG se tuvo que conformar con una calificación ‘A-‘.

Una nota que también recogió en 2020, después de un 2019 y un 2018 en los que el grupo de aerolíneas hispanobritánico obtuvo una nota ‘B’. IAG, en consecuencia, fue mejorando progresivamente su calificación en materia de sostenibilidad, a ojos del análisis realizado por Carbon Disclosure Project.

CDP, cabe destacar, requiere de las empresas que “puedan demostrar una acción climática sólida en su gobierno, estrategia, finanzas, objetivos, medición de la huella de carbono, iniciativas de reducción de emisiones, compromiso en este sentido de proveedores y stakeholders, así como en la evaluación y respuesta frente a los riesgos y oportunidades relacionados con el clima”.

En contraste con la nota obtenida por IAG, aerolíneas como Ryanair o Easyjet se tuvieron que conformar con una calificación ‘B’, que de acuerdo a la metodología explicada por CDP, implica que la empresa “está dando muestras de gestionar su impacto ambiental, pero no está llevando a cabo acciones que la distingan como líder en su campo”.

Peor resultado se concedió, sin embargo, a nombres como Air France o Wizz Air. El conglomerado francés obtuvo una nota ‘C’, mientras que la empresa húngara se quedó en una ‘D’ que se limita a marcar “el punto de partida para las organizaciones que quieren demostrar la puesta en marcha de su andadura medioambiental”.