El primer bono de eliminación de carbono financiará la reforestación de la Amazonia

Un nuevo tipo de bono intenta salvar la selva amazónica vinculando el rendimiento financiero de los inversores a la cantidad de carbono eliminado de la atmósfera

Deforestación en la Amazonía.

El Banco Mundial emitirá bonos por el equivalente a 225 millones de dólares que ayudarán a recaudar fondos para la reforestación de la Amazonia. A diferencia de los bonos anteriores, los rendimientos de los cupones estarán vinculados al impacto climático de los nuevos árboles, en lugar de a la reducción de emisiones mediante el control de la deforestación.

Los inversores obtendrán un cupón fijo garantizado de aproximadamente el 1,745% anual, inferior al de los bonos ordinarios del Banco Mundial de vencimiento similar. Los cupones no percibidos, por valor de 36 millones de dólares, se utilizarán para financiar las actividades de reforestación de la startup brasileña Mombak Gestora de Recursos. HSBC Holdings asesora la operación.

Según el Banco Mundial, Mombak utilizará estos fondos para adquirir o establecer asociaciones con propietarios de tierras en la Amazonia para reforestar la tierra con especies de árboles nativos. Los créditos de carbono producidos por los proyectos, calculados en función de la cantidad de carbono que eliminan los árboles plantados, se venderán luego a Microsoft Corp, que tiene un acuerdo con Mombak.

Los tenedores de bonos recibirán una parte de los ingresos generados por esa venta a través de un cupón variable adicional vinculado al número de créditos vendidos. Pueden esperar hasta un rendimiento anualizado total de 4,362%, indicó la institución supranacional.

“Lo que estábamos tratando de hacer aquí es encontrar una manera de conseguir que inversores de renta fija de alto nivel financien este tipo de proyectos”, dijo Michael Bennett, jefe de derivados y finanzas estructuradas de la tesorería del Banco Mundial.

Los bonos tienen protección total del capital y por eso tienen calificación triple A en cuanto a su capital, además de un cupón mínimo garantizado, según Bennett.

El acuerdo es el último de una serie de inusuales bonos del Banco Mundial basados en objetivos y es el más grande hasta la fecha. En 2022, colocó 150 millones de dólares, que se utilizarán parcialmente para la conservación de los rinocerontes negros, según informó la revista Inversión.

La venta de esta semana aprovecha la demanda de los inversores de productos para proteger la Amazonia. Brasil, que alberga el 60% de la selva amazónica, vendió su primer bono sostenible el año pasado, cuyos ingresos se destinaron a proyectos ambientales y socialmente beneficiosos. Destacados grupos de inversores han pedido al país que dé un paso más y emita un bono vinculado a la protección de la selva tropical.

Al financiar la eliminación del gas de efecto invernadero, el bono aprovecha un cambio en los mercados voluntarios de carbono, donde los compradores están dispuestos a pagar más por proyectos que realmente eliminen carbono. Los créditos generados por la eliminación de carbono, el tipo producido por la reforestación, son más caros.

Pero la alternativa -créditos vinculados a detener la deforestación- ha sido objeto de un escrutinio cada vez mayor por su papel como arma de lavado verde (green washing) en lugar de un instrumento eficaz en la reducción real de la deforestación.

“A medida que el mercado madura y los compradores hacen su debida diligencia, se preocupan cada vez más por la calidad, porque se dan cuenta de que, a veces, el carbono que compran termina no siendo el que esperaban”, dijo Gabriel Silva, cofundador y director financiero de Mombak. “Algunas empresas, como Microsoft, han dejado de lado los créditos de reducción de emisiones y sólo se centran en la eliminación de carbono. Y esa es una tendencia que veo cada vez más”.

El Banco Mundial dijo que el bono estaba sobresuscrito, lo que demuestra que son posibles acuerdos más importantes de este tipo.

“Hay inversores que quieren ver tamaños aún mayores, ya que tienen umbrales mínimos”, dijo Bennett. “Estamos considerando otras transacciones que produzcan créditos de carbono en el ámbito de la reforestación, la agroforestería y otras tecnologías de secuestro de carbono”.

Entre los inversores se encontraban T Rowe Price Group, Nuveen Asset Management y Rathbones Investment Management.

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