Repsol: el vertido en Perú se traduce en una rebaja de rating ESG

La agencia S&P revisa a la baja la calificación en sostenibilidad de Repsol a raíz de la crisis por el vertido de crudo en Perú a comienzos de año

Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol

Consejero Delegado de Repsol, Josu Jon Imaz Plan Estratégico

La agencia S&P Global ha revisado a la baja por primera vez el rating ESG de Repsol a raíz de la crisis por el derrame de crudo en las costas de Perú.

El incidente tuvo lugar a comienzos de año en la refinería La Pampilla que tiene la petrolera española en las costas de Ventanilla. Fue equivalente al derrame de unos 10.400 barriles de petróleo, según cuantificó entonces la empresa, y le costó el enfrentamiento con el Gobierno peruano.

Todo ello ha “debilitado el perfil ambiental” de Repsol, según apunta S&P Global, que ha rebajado la calificación de la IBEX 35 en 3 puntos hasta situarla en 65. O lo que es lo mismo, el rating disminuye desde “bueno” a “fuerte”, según las métricas del proveedor financiero.

Repsol, el punto débil de lo medioambiental…

La metodología de S&P separa la evaluación de las compañías en función de los criterios ambientales, sociales y de gobernanza. Es en la parte medioambiental en la única que ‘suspende’ Repsol, con un rating de 46 puntos sobre 100.

El derrame de Perú representa, según S&P, el tamaño de un buque cisterna grande, “moderado en comparación con otros vertidos anteriores en la industria”. Aún así, aclara que las investigaciones siguen su curso para incluir nuevas evaluaciones sobre el impacto a largo plazo en la biodiversidad.

“Continuaremos monitoreando cualquier consecuencia asociada y la proactividad de Repsol en aprovechar este accidente para reforzar su marco de riesgos ambientales y planes de contingencia”, señala la agencia. A mediados de abril, Repsol ya informó que había completado las labores de limpieza de las costas peruanas. Los propios analistas dieron por zanjada la crisis de Perú al no cuestionar a la compañía durante la presentación de resultados del ejercicio de 2021, celebrada apenas semanas después del vertido.

Así, S&P valora las medidas con las que cuenta Repsol “para cumplir sus ambiciosos objetivos climáticos” y para la transición hacia una cartera baja en carbono a través de la eliminación progresiva de activos contaminantes.

También destacan el rendimiento del negocio upstream de la petrolera, “el que más ha contribuido a los esfuerzos de reducción de carbono” de Repsol. Y esperan que siga haciéndolo en el corto y medio plazo, por lo que se convertiría en un motor fundamental para que Repsol alcance su objetivo de reducir el 15 por ciento de sus emisiones en 2025.

Pese a la rebaja de rating, las acciones de Repsol subieron más de un 1 por ciento en el IBEX 35 este martes, impulsada nuevamente por una subida del petróleo. En lo que llevamos de año los títulos suman un 44 por ciento gracias al rally del crudo.

… y el fuerte de la gobernanza

En el aspecto social, Repsol obtiene un ‘aprobado’ de 55 puntos por parte de S&P; la calificación, no obstante, duplica la media del sector, ya que la agencia recuerda que tanto el petróleo como el gas tienen mucha exposición a riesgos de seguridad, como accidentes y la contaminación de las refinerías, que afectan a las poblaciones cercanas.

“Repsol está también expuesta a riesgos relacionados con las comunidades locales en regiones con alta inestabilidad política”, apuntan los analistas de S&P.

Sin embargo, tienen en cuenta la política de seguridad de la petrolera, que le ha permitido disminuir “consistentemente” su tasa de incidentes entre 2019 y 2021. “Creemos que la compañía ha manejado su exposición a problemas sociales y políticos, e incluye cláusulas de derechos humanos en todos sus contratos”, señalan.

Además, S&P considera que Repsol tiene un “sólido” historial en apartados como la diversidad de género en comparación con la mayoría de sus pares sectoriales.

Es en la gobernanza donde la agencia estadounidense concede a la petrolera la mayor nota, de 75 puntos sobre 100, sin que enturbie su historial el caso Villarejo. Precisamente, el día que el ex jefe de seguridad de Repsol, Rafael Araujo, declaró ante la Justicia asumir la responsabilidad de la contratación de la empresa Cenyt, vinculado al excomisario de la Policía Nacional, José Manuel Villarejo. 

Araujo, en su declaración, dijo que el presidente de la petrolera, Antonio Brufau, nunca supo de la contratación, eximiéndole de responsabilidad.

“El consejo de Repsol tiene buenos niveles de independencia y experiencia. Tiene una mezcla de habilidades fuerte y diversificada”, apunta S&P Global. 

La agencia destaca, además, la estructura de retribución del consejo, que incluye un tercio fijo, otro en un bono anual en efectivo y otro tercio en acciones. Del bono, un 25 por ciento está ligado a los avances en el plan estratégico 2021-2025 de Repsol. Todo ello “respalda los objetivos a largo plazo, incluido de descarbonización y de sostenibilidad”.

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