Petroleras: las grandes ganadoras en créditos de carbono

La principal beneficiaria de unas normas más flexibles sobre las compensaciones de carbono podría ser la industria petrolera, en gran medida responsable del desastre climático global

Planta de Air Liquide.

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Los principales beneficiarios de los planes de la ampliación de las licencias para usar créditos de carbono con las que reducir las emisiones totales pueden terminar siendo los principales responsables (de acuerdo con el consenso científico) del desastre climático global: las compañías de petróleo y gas.

La industria de los combustibles fósiles es “el elefante en la habitación cuando hablamos de emisiones de Alcance 3 ”, según Catherine McKenna, ex ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá. En la actualidad, en la comunidad climática se habla mucho de las emisiones de Alcance 3 (los gases de efecto invernadero producidos por los clientes y las cadenas de suministro).

El detonante de todo este parloteo fue una controvertida declaración en abril de la junta directiva de la iniciativa Science Based Targets (SBTi), el mayor verificador mundial de objetivos climáticos corporativos. SBTi sorprendentemente cambió su tono sobre los créditos de carbono (cada vez más vistos por los expertos como una herramienta de lavado de imagen verde, greenwashing) y dijo que deberían usarse para reducir estas emisiones de la cadena de valor.

Si bien SBTi no hizo referencia a empresas o industrias específicas, las de petróleo y gas tienen las mayores emisiones de Alcance 3 de todas. Como tal, son las que más tienen que ganar con un estándar climático que le da más peso a los créditos de carbono. Otros sectores con grandes perfiles de Alcance 3 incluyen la agricultura, los servicios financieros y los fabricantes de automóviles.

Las grandes petroleras pasaron décadas desestimando la ciencia climática y obstruyendo los esfuerzos de sostenibilidad a medida que el mundo se calentaba. Darle una ruta más fácil para alcanzar los objetivos climáticos plantea un peligro significativo, advirtió McKenna en una entrevista. Aunque muchas grandes petroleras han hecho promesas climáticas, éstas, invariablemente, se quedan sin cumplir.

Sus emisiones siguen aumentando junto con las beneficios, que no se están utilizando para generar energía limpia, dijo McKenna, quien también preside el grupo de expertos del Secretario General de la ONU sobre emisiones netas cero y dirige su propia firma de asesoría climática. Mientras tanto, Wall Street sigue invirtiendo dinero en la infraestructura de combustibles fósiles y los ejecutivos petroleros exigen más subsidios a los contribuyentes, añade.

La quema de combustibles fósiles representa la mayor fuente de emisiones de CO2, pero desde hace tiempo se acusa a la industria de hacer un lavado de imagen ecológico cuando se trata de promesas de sostenibilidad. Muchas de las empresas más grandes que extraen, refinan y transportan esos combustibles están “subinformando crónicamente” sus huellas de carbono, no han articulado cómo cumplirán sus objetivos climáticos y no incluyen todas las emisiones de Alcance 3 en sus objetivos, y dijeron que hacerlo sería “profundamente erróneo”.

“Las empresas de petróleo y gas han demostrado ser las menos interesadas en reducir sus enormes emisiones de Alcance 3 y las que más tienen que ganar simplemente compensándolas”, afirmó McKenna. “Como vi durante mis cuatro años como Ministra de Medio Ambiente en Canadá, las empresas de petróleo y gas no sólo no estaban dispuestas a ser parte de la solución, sino que aprovecharon cada oportunidad para frustrar el progreso en materia climática”.

McKenna hizo una observación similar a Francesco Starace, presidente de SBTi, durante una videoconferencia a finales del año pasado, según una fuente familiarizada con el asunto. Starace es el ex director ejecutivo de uno de los mayores productores de Europa, Enel (dueña de la española Endesa).

Durante la llamada, que tuvo lugar meses antes de que SBTi cambiara su postura sobre los créditos de carbono, Starace dijo que las compañías de petróleo y gas no deberían ser condenadas al ostracismo, sino que deberían ser consideradas “parte de la solución” al problema climático, dijo la fuente, que pidió no ser identificada porque la llamada era confidencial. McKenna advirtió a Starace contra las compensaciones de carbono y que se protegiera contra la presión externa al desarrollar estándares para la industria, dijo la misma fuente.

Starace, McKenna y SBTi se negaron a hacer comentarios sobre la conversación para elaborar este reportaje.

“Es una locura permitir que las empresas de petróleo y gas afirmen que son líderes climáticos cuando alimentan la crisis climática y compensan sus emisiones comprando créditos baratos en lugar de transformar sus industrias”, dijo McKenna.

Un portavoz de SBTi mencionó el documento de debate publicado recientemente por el grupo sobre el Alcance 3, que describe tres escenarios en los que se pueden utilizar créditos de carbono al establecer un objetivo basado en la ciencia. Ninguno de ellos incluye la compensación de emisiones.

La fatídica llamada de atención de la junta directiva de SBTi en abril sobre los créditos de carbono desató una tormenta en una institución que durante mucho tiempo había sido considerada como el estándar en rendición de cuentas de emisiones. El cambio de postura pareció contradecir su posición, sostenida desde hace tiempo, de que las empresas deberían priorizar la reducción de emisiones, mientras que reservan el uso de los créditos para las emisiones residuales.

Sin embargo, McKenna dijo que es esencial que no se permita que la controversia manche permanentemente al SBTi. “SBTi puede no ser perfecto, pero es importante mantener la integridad en torno al cero neto”, dijo. “Me preocupa la sobre actuación en torno al SBTi y cómo puede afectar su efectividad”.

El petróleo y el gas serán una de las áreas de atención para SBTi en los próximos meses. Después de haber trabajado intermitentemente durante años para desarrollar pautas específicas para que las compañías de petróleo y gas establezcan objetivos de reducción de emisiones netas cero, SBTi dijo este mes que ahora está redactando esas normas.

Petroleras, ¿parte de la solución?

El esfuerzo de SBTi para abordar el petróleo y el gas es “un trabajo importante ya que las emisiones de alcance 1 y 2 del sector por sí solas representan poco menos del 15% de las emisiones globales de GEI, y se necesita una orientación clara para apoyar la descarbonización del sector en los tres alcances”, dijo el portavoz del grupo.

¿Tal vez las grandes petroleras sean parte de la solución después de todo? La ola de sentimiento anti-ESG que impulsó un repliegue global de la estrategia de inversión ahora está mostrando signos de perder fuerza, según un ejecutivo de la división de gestión patrimonial de Deutsche Bank. “Hemos visto el punto más bajo en los flujos de fondos ESG”, dijo Markus Mueller, director de inversiones de ESG del banco privado, en una entrevista. Hay menos “reacción negativa a nivel mundial”.

Mueller dice que el desarrollo sigue los ajustes a las regulaciones, con inversores cada vez más capaces de apuntar a una gama más amplia de sectores. En concreto, los activos de combustibles fósiles que antes se consideraban fuera del alcance de los inversores climáticos ahora están encontrando su lugar en las llamadas estrategias de transición.

Los bonos de catástrofe —emitidos por aseguradoras, reaseguradoras y gobiernos que buscan una capa adicional de cobertura contra desastres— han estado brindando a los inversores retornos de dos dígitos. Los emisores han visto sus costes dispararse .

Blackrock afirma que el mercado de financiación combinada, desarrollado para ayudar a financiar medidas de cambio climático en los países más pobres, ha llegado a un “punto de inflexión”. El regulador del mercado de la India pretende ampliar el alcance de su marco de finanzas sostenibles para incluir más productos. Sería un impulso potencial a los instrumentos con etiqueta ESG en Asia.

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