Greenalia cierra un círculo verde perfecto en bolsa
La compañía de renovables gallega dejará la bolsa, pero puede presumir de lo hará siendo más ‘verde’ y habiendo innovado en todo tipo de financiación sostenible
Greenalia se sumará a la ola de renovables que dejan la Bolsa y la compañía gallega abandonará el parqué si se cumplen los objetivos de sus principales accionistas. En su travesía, que no llega a los cinco años, puede presumir de haber conseguido ser más ‘verde’ en comparación a cuando aterrizó en 2017.
Los máximos accionistas de la empresa, la sociedad Smarttia del inversor Manuel García, y Alazady, del ex consejero delegado de Inditex, José María Castellano, anunciaron esta semana una opa de exclusión a un precio de 17,50 euros por título, lo que representa una prima superior al 23 por ciento respecto a la cotización media de los últimos tres meses.
La cotización se disparó tras conocerse la noticia y las acciones cotizan ahora más o menos al precio ofrecido en la opa. Pero el motivo para salir de Bolsa reside en que Greenalia ya prepara un nuevo plan estratégico tras haber cumplido -antes de tiempo- los objetivos marcados en el anterior.
Empieza una nueva etapa
Así lo desveló la empresa. “La compañía inicia una nueva etapa en privado tras haber alcanzado los objetivos establecidos para el MAB (BME Growth)”, reza el comunicado difundido.
Ya lo avisaba Greenalia a comienzos del pasado abril, cuando presentó sus resultados correspondientes al ejercicio de 2021. Las cifras, según la renovable gallega, quedaron por encima de los objetivos marcados en su estrategia hasta 2023.
La actividad de la empresa se cimenta en varias líneas de negocio, entre las que se incluyen energía fotovoltaica, de biomasa, eólica -tanto onshore como offshore- y en el almacenamiento energético.
El año pasado puso en marcha cuatro nuevos parqués eólicos para añadir una capacidad superior a los 50 megavatios (MW) a su cartera. Se produjo, también, su entrada en Estados Unidos, definitiva para la expansión internacional. Greenalia ya suma allí unos 1,3 gigavatios (GW) tras iniciar los trámites legales de 530 nuevos MW de solar fotovoltaica, que se suman a los cerca de 700 MW adquiridos en 2021.
Y es que el año pasado fue el ejercicio en el que logró disparar sus beneficios, obteniendo 12 millones de euros, con una facturación de 76 millones, frente a las pérdidas de 0,5 millones del año anterior, marcado por la pandemia de Covid-19 y la paralización de la actividad económica durante meses.
En España, los últimos movimientos anunciados por Greenalia servirán para aumentar la potencia renovable de Galicia. La compañía trabaja en los trámites del parque eólico Levante, que con la instalación de 19 aerogeneradores en la provincia de Lugo, tendrá capacidad para más de 106 MW.
O lo que es lo mismo, permitirá evitar el consumo de más de 28.000 toneladas de petróleo anuales y la emisión de 121.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), así como el abastecimiento a más de 82.000 hogares.
Prácticas financieras verdes
Greenalia no solo se ha convertido en una pujante empresa de proyectos renovables, sino que en términos financieros también ha implementado una visión ‘verde’.
En diciembre de 2020 emitió su primer bono verde en España, completando el lanzamiento en enero del año siguiente con una colocación de 55 millones de euros en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF). Se trata del cuarto bono de este tipo ofrecido por la empresa, solo que los otros tres los colocó en el mercado luxemburgués.
El bono verde emitido en España obtuvo, además, las puntuaciones más altas de agencias de calificación como Green Evaluation de S&P. Dirigido a inversores cualificados, al contar con un importe nominal por cupón fue de 100.000 euros, su vencimiento expira en 2025 y tiene un cupón del 4,95 por ciento.
Greenalia completó a finales de año otra emisión, esta vez de un paquete de pagarés verdes -que se utilizan para financiar proyectos- de 100 millones de euros. Los cupones tienen vigencia de un año, por lo que expiran el próximo mes de diciembre.
Coordinada por Banco Santander, y con Banca March como colocadora, Greenalia se convirtió en la segunda empresa española en ofrecer un programa de pagarés verdes, que también recibió las puntuaciones más altas en materia de sostenibilidad por S&P.
Así, Greenalia incorpora en sus procesos los principios de bonos verdes que promueven asociaciones como International Capital Market Association (ICMA) y Loan Market Association (LMA), “dirigidas a promover proyectos verdes y beneficiosos para el medio ambiente”, según afirma la compañía.
Un Green Book para mejorar su ESG
Greenalia presentó también a finales del año pasado su primer Green Book, así como un Código de Buen Gobierno, con el que implementar los criterios ESG en sus políticas corporativas.
Alineado con el Green Deal europeo, en lo referente a materia ambiental, estos documentos estipulan pactos en temáticas como la biodiversidad, la acción climática, la economía circular y la gestión del agua. En lo social, la ‘S’ de la ESG, versa sobre aspectos como la gestión del talento, los derechos humanos, la diversidad y la igualdad de género.
Y, por otra parte, Greenalia trata con estos códigos de mejorar sus medidas de Gobernanza en lo referente a transparencia, comunicación, compliance y la gestión de los riesgos.
“Nos dotamos de las herramientas necesarias para continuar defendiendo la cultura organizativa que nos ha convertido en una referencia en el mercado donde operamos”, dijo Manuel García entonces.