La Ley de Cambio Climático engrosará los bonus de la cúpula de Red Eléctrica
Es el primer plan de incentivos para directivos aprobado bajo la presidencia de Beatriz Corredor, en el que la transición energética tendrá un peso global del 45%
Red Eléctrica (REE) va a poner en marcha el primer plan de incentivos a largo plazo para su más alta dirección bajo la batuta de Beatriz Corredor como presidenta.
Un bonus para su cúpula directiva que tiene un claro componente medioambiental y ligado a la sostenibilidad -como ya están haciendo otras compañías del IBEX- y que, en buena medida, está sostenido en la propia transformación en la que está inmersa la industria eléctrica. También, a las exigencias que marca la Ley de Cambio Climático que hace sólo unas semanas aprobó el Congreso de los Diputados.
Así lo recoge la compañía gestora de la red de infraestructuras eléctricas, donde la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) controla el 20% del accionariado, en la convocatoria de su próxima junta anual de accionistas. Una cita con los inversores que se celebrará el próximo 29 de junio.
Las características del plan de incentivos
Se trata de un plan de incentivos a largo plazo y retroactivo, porque tiene una duración total de seis años, y que abarca desde 2020 hasta que finalice 2025.
Podrán beneficiarse de él tanto los consejeros ejecutivos, como miembros del equipo directivo de REE y de sus filiales. Directivos que “por su posición o por su responsabilidad, se considere que contribuyen de manera decisiva a la creación de valor”.
En cuanto a su cuantificación, esta se decidirá en el primer trimestre siguiente a la fecha de finalización del plan. Es decir, en 2026, pero será una combinación de incentivo en metálico y en acciones. Con un número máximo de acciones a entregar de 17.000, equivalentes al 0,003% del capital social de REE y un precio de referencia de 17,54 euros, al que cotizaba la compañía al iniciarse 2020 (actualmente ronda los 16,4 euros).
Más allá de las características económicas, este bonus está ligado a la propia consecución del plan estratégico de REE para los próximos cinco años y a criterios ligados a su política de sostenibilidad medioambiental.
Las ‘métricas’ sostenibles del bonus
Las ponderaciones del plan de incentivos establece que, en un 45%, estará vinculado a “hacer realidad la Transición Energética en España”, según indica en la documentación que someterá a la junta.
Entre estas métricas, REE señala cuatro aspectos. Dos de ellos son el volumen de la base de activos regulados que ponga en servicio (que tendrá un peso del 25%) y el tiempo de interrupción medio de la demanda de energía eléctrica (un 7,5%). Es decir, que no haya interrupciones en el sistema, por ejemplo, apagones masivos.
Otros dos están vinculados a las nuevas inversiones en operación del sistema eléctrico (7,5%) y a su actuación como único “operador del sistema eléctrico: penetración de renovables (7,5%)".
Y es ahí donde entra la propia transformación renovable que afronta el sector y que va a ser una realidad no sólo porque los grupos eléctricos estén virándolos producción a las renovables, lo que volverá ‘verde’ la energía que llega a los activos de Red Eléctrica. También porque la legislación ya exige esa transformación.
Hay que recordar que la Luz de Cambio Climático marca objetivos en cuanto a la reducción de emisiones, pero también en cuanto al uso final y la penetración de las renovables en el sistema. Objetivos, además, que el Gobierno puede revisar al alza cuando estime oportuno.
En cuanto a las emisiones con efecto invernadero del conjunto de la economía española, estas deberán reducirse en 2030 en, al menos, un 23% en comparación con las que se alcanzaban en el año 1990. Un objetivo que queda muy lejos del mínimo del 55% que ha puesto como meta la Comisión Europea. Sin olvidar que España se ha comprometido a alcanzar la neutralidad climática, a más tardar, en el año 2050.
Además, en el año 2030 debe alcanzarse una penetración de energías de origen renovable, en el consumo de energía final de, al menos, un 42%. Mientras, el sistema eléctrico debe alcanzar, según recoge la Ley, un 74% de generación a partir de energías de origen renovable. Por último, la regulación insta a que en España se consuma menos luz. En concreto, a disminuir el consumo de energía primaria en, como mínimo, un 39,5%.
El plan de incentivos de REE, más allá de esa aportación a la transición energética, recoge otros aspectos ligados al propio negocio pero, también, a la ESG.
En cuanto a los primeros, la consecución de los objetivos de Ebitda en el sector de las telecomunicaciones tendrá un peso del 15%. Básicamente, hace referencia a la rentabilidad de la actividad de satélites de Hispasat, que REE adquirió en 2018.
Otro 10% del bonus está ligado al Ebitda del negocio internacional (Perú y Chile), un 5% a cumplir con los ratios de eficiencia que, por ser un negocio regulado, le marca la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y respecto a los que no da más detalles. Y, otro 5%, está ligado al ratio de retorno de capital (ROIC) medio, ponderado por el Ebitda.
Y hay dos claros componentes ESG, uno es el 10% del bonus que estará ligado a la consecución del plan de sostenibilidad de la empresa; y otro 5% al componente social, en concreto, al índice de gravedad de accidentes, donde tampoco desglosa más detalles.
En cambio, sí apunta que la Comisión de Nombramientos y Retribuciones realizará un seguimiento anual de los objetivos. Y que, una vez finalice en 2025, evaluará el cumplimiento alcanzado en cada uno de ellos y de todo el plan en su conjunto
Remuneraciones de los consejeros 2022-2024
La junta de Red Eléctrica también tendrá que aprobar la política de remuneraciones de integrantes del consejo de administración para el periodo comprendido entre 2022 y 2024.
En ella, de nuevo, entran en juego criterios ligados a la ESG. Y, como en otros casos de cotizadas del IBEX, la compañía diseña su propio marco de actuación.
En el caso de la gestora de la red de electricidad establece esos variables serán una “combinación de objetivos cuantitativos y cualitativos concretos, predeterminados y cuantificables”, ligados al plan estratégico.
Y establece un marco amplio. “Estos objetivos podrán incluir, entre otros, métricas económico-financieras, de negocio, operativas, y/o de creación de valor, (por ejemplo, Beneficio Neto, ROIC, Inversiones), así como indicadores ligados a la sostenibilidad en sus vectores social, medioambiental y/o de buen gobierno corporativo”. Entre estos últimos, sólo cita los proyectos para avanzar en el plan de sostenibilidad del grupo.