Doce meses de sprint climático para las grandes petroleras

En un año, 13 de las 15 más importantes han revisado su hoja de ruta. La mayoría mejoran, pero, sin un estándar, los planes no están alineados con criterios científicos

Trece de las quince mayores petroleras y gasistas cotizadas han revisado sus objetivos climáticos desde mayo de 2021. Pero su planes muestran una industria sin políticas estandarizadas con la ciencia, de acuerdo con Carbon Tracker, una ONG del Reino Unido.

El enfoque de Carbon Tracker tiene un valor práctico más allá de las conclusiones específicas. Las preguntas que conforman el informe tratan de aclarar cuál es la retórica que utiliza el sector y, en consecuencia, de gran parte del mundo a la hora de avanzar en compromisos net zero.

Estas son las tres preguntas críticas en opinión de Carbon Tracker:

  • ¿Se incluyen las emisiones de ciclo de vida o de “Alcance 3” en los objetivos?
  • ¿Existen metas provisionales antes de mediados de siglo que requieran recortes absolutos en el volumen de emisiones?
  • ¿Están incluyendo las emisiones relacionadas con las participaciones accionariales en los proyectos de otros y el crudo que compran a otra empresa?

El informe “Impacto absoluto”, que se publicó por primera vez en 2020, es una instantánea de una industria bajo la presión climática como pocas otros, ya que su producto fundamental es una de las principales causas de la
problema mundial.

“Elija un fabricante de automóviles. Necesitamos cambiar cómo son los automóviles motorizados, pero vamos a seguir utilizándolos”, señala Mike Coffin, director de petróleo, gas y minería de Carbon Tracker.

“En el caso de la industria del gas y del petróleo, teniendo en cuenta el mix energético, provocará una reducción muy relevante de su tamaño”, añade.

Los cambios en los patrones de inversión y de uso del gas y del petróleo son bastantes difíciles para las empresas ajenas al sector. Incluso a algunos gestores de planes de pensiones con visión de futuro les resulta difícil cambiar, según un análisis realizado esta semana por Fossil Free.

Faltan estándares científicos

STBi, un grupo que valida los objetivos climáticos corporativos que están en línea con la ciencia, todavía está desarrollando un estándar para las empresas de combustibles fósiles y por el momento no está aceptando los compromisos presentados por el sector.

Las emisiones de alcance 3 son particularmente importantes para las industrias de petróleo y gas porque el 85 por ciento de sus emisiones procede de los clientes.

Y en eso no pueden trabajar solas. BlackRock, por ejemplo, ha destacado en una nota publicada en los últimos días que para “establecer un cambio en las emisiones de alcance 3 justo y equilibrado será necesaria la acción de los gobiernos”. “Las empresas no pueden resolver el alcance 3 por su cuenta”, insiste.

Un enfoque que provoca que análisis como los de Carbon Tracker sean útiles para documentar los mejores y peores tipos de políticas climáticas entre empresas de energía tradicionales. El nuevo informe también identifica factores que ayudan a comparar planes débiles como más agresivos.

El informe reconoce que las empresas están mejorando

“Mira, si estableces objetivos, asegúrate de que sean apropiados”, señalan desde la firma. “Para aquellas empresas que establecen objetivos hemos visto un progreso significativo en los últimos tres años: las empresas están mejorando”, concluye.

Eni ocupó el primer puesto de las mejores políticas climáticas para el tercer año consecutivo en el ranking Carbon Tracker. El gigante italiano se ha comprometido a reducir su nivel absoluto de emisiones un 35 por ciento para 2030, elevando su anterior meta que estaba en el 25 por ciento. También invierte en captura de carbono.

Por continentes, las petroleras estadounidenses siguen estando bastante lejos de las europeas. Algunas de las líneas rojas para valorar positivamente un plan son las siguientes:

  • Las empresas no deberían vender activos contaminantes solo para “crear espacio” para nuevas inversiones en combustibles fósiles.
  • Tampoco deberían “confiar indebidamente” en lo que llama Carbon Tracker tecnologías de mitigación de emisiones; una amplia categoría que crearon para incluir todo tipo de captura de carbono, captura directa de aire, silvicultura y océanos.
  • Los mercados de compensaciones están bajo escrutinio y no deben ser usados en exceso.

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