Luz ‘verde’ para el nuevo ciclo económico global
Los acontecimientos de 2020 ha puesto en marcha una reconstrucción económica más sostenible y digitalizada, con el cambio climático en el centro de la política internacional
Estamos en una nueva era. La crisis del coronavirus ha acelerado las tendencias disruptivas que ya estaban en marcha: el auge de China; el populismo; la tecnología y el cambio climático.
Ahora, las medidas de apoyo económico para ayudar a mitigar el shock global han puesto el foco sobre los dos paradigmas que definirán el nuevo ciclo económico: verde y digital.
Verde y digital, son los dos paradigmas que definirán el nuevo ciclo económico
Al hacer balance de un año histórico, 2020 podría recordarse como el momento en que el mundo finalmente tomó medidas decisivas para hacer frente al cambio climático y avanzar hacia un futuro más sostenible. Este cambio tendrá consecuencias importantes para los mercados y los inversores.
En 2020 varias de las principales economías del mundo han diseñado sus programas de recuperación económica para ser más digitales y sostenibles, con "Net Zero" ampliamente adoptado como lema.
Ha habido una aceleración de compromisos, leyes, medidas regulatorias y anuncios, como el de los jefes de Estado y Gobierno de la UE, comprometiéndose a duplicar con creces en nueve años la proporción de electricidad renovable.
Por eso, es probable que el cambio climático se convierta en un factor importante en la competencia mundial de energía, con Europa y China promoviendo esfuerzos estratégicos ecológicos, como la producción de energía de hidrógeno, y es probable que EE UU se una también a la carrera.
Ya sea debido a los países que persiguen la dominación geopolítica, por intenciones de buena fe o simplemente por la necesidad de preservar los recursos limitados, la ola verde se ha convertido en un tsunami, como señalan los siguientes hechos:
- China: Este país está haciendo considerables inversiones en tecnología verde y se propone alcanzar el máximo de sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) para 2030 y lograr la neutralidad del carbono para 2060.
- Japón: El quinto mayor emisor mundial de CO2 ha prometido la neutralidad de carbono para 2050. Dado que el 87% de las necesidades energéticas actuales de Japón se satisfacen con combustibles fósiles, la tarea por delante es sustancial. Para ayudar a alcanzar este objetivo, el país propuso recientemente una deducción fiscal del 10% para producir bienes que descarbonicen la economía.
- Europa: Aunque el objetivo aún no está finalizado, el Parlamento de la Unión Europea (UE) ha votado por un objetivo de reducción de las emisiones de CO2 del 60% para el 2030 (en relación con el nivel de 1990), superando la recomendación de la Comisión de la UE del 55%. A nivel nacional, la Cámara Baja de Alemania aprobó recientemente un impuesto sobre las emisiones de gases de efecto invernadero, que comenzará en 2021, y que aumentará los precios del petróleo para calefacción, los combustibles para automóviles y el gas natural. Además, España se unió a otros países europeos al asignar el 70% de su presupuesto de estímulo 2021-2023 a proyectos ecológicos y digitales. Incluso la sacrosanta Política Agrícola Común (PAC) europea está siendo objeto de una importante revisión: a partir de ahora, los agricultores, incluso los pequeños, que no cumplan los requisitos de apoyo al objetivo climático de la UE no podrán optar a las ayudas.
- Estados Unidos: Esperamos que Joe Biden mejore los esfuerzos ecológicos del país, lo que tendrá importantes repercusiones en la industria de la energía renovable y en todo el ecosistema que la rodea. Tras el anuncio de la reincorporación de EE UU al Acuerdo de París sobre el Clima, si EE UU se une al club "Net Zero", entonces el 60% del PIB mundial se dedicaría a la causa (ver Figura 1).
Implicaciones para la inversión: tres sectores
"Siguiendo el dinero", en este caso los aspectos digitales y sostenibles en el centro de las tendencias fiscales y seculares en curso, pueden abrir oportunidades para los inversores ya que algunos activos pueden revalorizarse.
Los aspectos digitales y sostenibles están en el centro de las tendencias fiscales y seculares
En este sentido, vemos un potencial significativo en tres sectores (algunos verdes, otros simplemente posicionados para beneficiarse de una economía más verde) en los que podríamos ver un crecimiento de dos dígitos en los próximos años:
- Energía eólica y solar: Junto con el creciente apoyo de los gobiernos que se centran en el Net Zero, el crecimiento de la energía renovable puede ser impulsado por la disminución en los costes. La Agencia Internacional de Energía dijo recientemente que la energía solar sigue tomando el relevo del carbón como la fuente de electricidad más barata en cada vez más regiones. De hecho, las energías eólica y solar son ahora las nuevas fuentes más baratas en países que representan alrededor del 75% del PIB mundial.
- Vehículos eléctricos (VE): La penetración en Europa y Estados Unidos -actualmente menos del 10% de las ventas de vehículos nuevos- podría aumentar significativamente, dado que ahora son más asequibles, ha mejorado su eficiencia, la conciencia climática es mayor, se benefician de subsidios y crece el número de estaciones de carga. La penetración de los vehículos eléctricos podría aumentar a más del 50% en los próximos cinco a diez años, según Bloomberg (véase la figura 2; los vehículos eléctricos incluyen los vehículos eléctricos de batería (VEB) y los vehículos eléctricos híbridos enchufables (VEHE)). El Consejo de Estado de China, por ejemplo, aprobó recientemente un plan de transición a los vehículos eléctricos que podría aumentar su penetración hasta un 20% estimado para 2025 y un 50% para 2035. Más recientemente, el Reino Unido se unió a Irlanda y Países Bajos para señalar la prohibición de la venta de nuevos automóviles de gasolina y diésel para 2030, mientras que Francia y España, al igual que California, tienen como objetivo el año 2035.
- Semiconductores: Los activos que tienen tanto un perfil ecológico como digital pueden tener éxito en los años venideros, ya que estas son las áreas que sustentan algunos de los modelos de crecimiento más grandes del mundo. Como un facilitador clave de la actual recuperación económica, los semiconductores pueden beneficiarse de varias tendencias:
-Incremento en la producción de VE: Los vehículos eléctricos usan tres veces más semiconductores que los coches con motor de combustión. Además, los coches sin conductor (una posible tendencia en el horizonte supersecular) utilizan aún más microprocesadores.
-5G: Los dispositivos diseñados para comunicaciones 5G tienden a tener dos o tres veces más semiconductores que los dispositivos similares 4G.
-La robotización y el "internet de las cosas" (IoT): La automatización de muchas tareas a través de redes digitales implica un mayor uso de semiconductores.
-Eficiencia energética: Los procesos de fabricación más limpios requieren herramientas más limpias, que necesitan más y mejores chips para regular el voltaje y ahorrar energía.
En conclusión, el mundo tras la pandemia ya no volverá a ser como antes. Entramos en una nueva era en la que se ha dado luz verde a una reconstrucción económica más sostenible y digitalizada.