El 'pinchazo' de las renovables, un hándicap para el debut bursátil de la filiales 'verdes' de Acciona y Repsol
Las dos compañías del IBEX tienen pendiente decidir sobre la colocación de estos negocios. La fuerte corrección del sector en bolsa hace las operaciones menos atractivas y algunas empresas ya se han retirado
Las dudas comienzan a sobrevolar la oleada de salidas a bolsa vinculadas al negocio de las renovables, entre ellas las de filiales de multinacionales españolas como Acciona y Repsol. El motivo: el pinchazo de cotizadas vinculadas a la energía 'verde', como Solaria o Greenergy, que acumulan caídas de hasta el 40% desde sus máximos de cotización alcanzados el pasado mes de enero.
Desde entonces, el mercado ha comenzado a castigar sus valoraciones y siembra nubarrones sobre las colocaciones que están por venir. Alguna de ellas ya ha pisado el freno esperando tiempos mejores, como la de Capital Energy. Sin embargo, de momento, compañías de tamaño medio, con Ecoener y Opdenergy, siguen adelante con su colocaciones.
La realidad es que el momento que vive el sector de las renovables es claramente dual. La actividad de las renovables está disparada, con la perspectiva de que, además, el crecimiento en el medio y largo plazo apunta a ser exponencial.
A este lado del Atlántico, tanto la Unión Europea como Reino Unido han lanzado sus nuevas hojas de ruta en renovables, con ambiciosos planes para conseguir la descarbonización de sus economías con la vista puesta en 2050.
Y a ellos acaba de sumarse Estados Unidos, con el megaplan de inversión en infraestructuras que persigue la administración de Joe Biden. En este último caso falta por definir los detalles, pero una parte sustancial de los 2,3 billones de dólares que aspira invertir -de cara a los próximos 15 años- estarán enfocados en energías limpias, sobre todo en eólica y fotovoltaica; además de redes, baterías e hidrógeno verde.
Agotamiento en bolsa
El escenario político es positivo para la industria de la energía menos contaminante pero el mercado bursátil lleva una evolución diferente y da los primeros signos de agotamiento.
El índice S&P Global Clean Energy, que integran las 30 compañías del sector especializadas en energía limpia -como la española Solaria- alcanzó máximos el pasado 7 de enero, cuando superó los 2.091 puntos. Desde entonces este índice avanza en una espiral descendente y actualmente ronda los 1.500, casi un 30% por debajo de las cotas de principios de 2021.
Las cotizaciones en bolsa de las renovables sufren un castigo desde sus máximos de enero
En lo relativo a ratio precio-beneficio (PER) el S&P Global Clean Energy cotiza a algo más de 34 veces los resultados esperados para este ejercicio 2021, cuando el pasado febrero alcanzaba las 44. Como comparación, el IBEX 35 cotiza a casi 19 veces. Es decir, se extiende la percepción de que las cotizaciones más altas ya se han quedado atrás y es el momento de deshacer posiciones.
Un castigo que está afectando, claramente, a la cotización de las compañías. Solaria, que debutó en el IBEX el pasado octubre, rozó los 31 euros por acción en enero, y la corrección la sitúa actualmente un 40% por debajo, a menos de 18 euros.
Situaciones similares viven otras cotizadas, como Greenergy, con una caída en lo que va de ejercicio de más del 35%; o Soltec y Solarpack, con rebajas del 34% y 40%, respectivamente, desde sus máximos de enero.
Las operaciones por llegar
En este escenario, este lunes 12 de abril, Acciona aprobará en junta de accionistas la segregación de su división de renovables con el objetivo de colocar en el parqué alrededor de un 25% del capital de la nueva filial.
No tiene por qué ser un movimiento inmediato, sino que dependerá de qué apetito perciba. De hecho, la compañía presidida por José Manuel Entrecanales reconoce en la convocatoria de la junta que realizará esta colocación “en el momento que considere oportuno”.
Además, en cualquier caso, mantendrá el control de la filial, con una participación de en torno al 70% del capital social de Acciona Energía tras la segregación es este negocio.
La otra gran compañía que tiene pendiente decidir si da vida como cotizada a su filial renovable es Repsol. De momento, ya ha convertido Repsol Generación Eléctrica en Sociedad Anónima, un paso previo necesario para la colocación. Pero aún no hay decisión definitiva sobre qué hará.
Algunas salidas a bolsa, como la de Capital Energy, ya se han frenado por la situación del mercado
Su consejero delegado, Josu Jon Imaz, ha dejado la puerta abierta a varias opciones, no sólo la bursátil, también la búsqueda de un socio en el accionariado, que refuerce la estructura financiera. Y, de nuevo, tampoco tiene prisa por decidir, porque la energética se marcó un calendario para o bien dar entrada a un socio minoritario o bien realizar una OPV a lo largo del periodo 2021-2022.
El resto de movimientos previstos en el parqué español llegarán, previsiblemente, en el Mercado Continuo, con pasos previstos para Factorenergía, Ecoener y Opdenergy. Esta última ha indicado que prevé captar cerca de 400 millones de euros.
Y ya hay pasos atrás, como el de Capital Energy, que también oteaba el apetito por su OPV con la que no seguirá adelante por no vislumbrar las valoraciones que esperaba y la constatación de que el mercado mantiene su castigo a las renovables.
Temor a nuevos aranceles
En este escenario, de castigo en bolsa y geopolítica positiva para la actividad industrial, otra señal de alerta ha llegado esta misma semana desde Estados Unidos. El Departamento de Comercio ha determinado que compañías como Vestas, Acciona o Siemens Gamesa están llevando a cabo prácticas de ‘dumping’.
Por ello, planea la imposición de nuevos aranceles, lo que supondría un golpe para estas empresas, precisamente, en el momento de mayor expansión de las renovables en ese país.
Esa espera de ver si habrá o no aranceles para los fabricantes de aerogeneradores se perfila como una nueva ‘piedra en el camino’. El tablero global en el que se mueven las compañías de renovables suma, por tanto, nuevas dudas que empañan un futuro, en apariencia, brillante.