Iberdrola, la primera compañía eléctrica española, ha presentado este jueves la actualización de su plan estratégico hasta 2026, que incluye un incremento del dividendo del 20 por ciento como herramienta para fidelizar a los accionistas y cristalizar el valor de la compañía en bolsa. 

En concreto, la nueva política de remuneración a los accionistas de Iberdrola se basa en un pay-out de entre el 65 y el 75 por ciento (es decir, la proporción de beneficios que se reparten entre los accionistas). 

Además, establece un suelo de dividendo de 55 céntimos por acción, aunque espera alcanzar un rango entre los 61 y los 66 céntimos en 2026, pasando por una horquilla entre los 55 y los 58 céntimos en 2025 (antes, la compañía tenía un suelo de dividendo de 50 céntimos para 2025). 

Iberdrola repartirá 11.000M€ de dividendos

De este modo, la eléctrica española calcula que repartirá unos 11.000 millones de euros entre sus accionistas entre 2024 y 2026 (periodo que abarca el nuevo plan estratégico), frente a los 9.500 millones abonados en el periodo anterior (entre 2021 y 2023). 

Este dividendo se abonará mediante el programa de retribución flexible de Iberdrola, que permite elegir si se cobra el dividendo en efectivo o en acciones; y que trata de evitar la dilución del accionista mediante la recompra de títulos de la compañía. 

Afrontar la era del sector eléctrico 

Más allá del dividendo, el nuevo plan estratégico de Iberdrola contempla otras novedades que están encaminadas a posicionar a la compañía en la era del sector eléctrico. 

Principalmente, la actualización del plan incluye una inversión de 41.000 millones de euros en redes y energías renovables para afrontar esta época, en la que la electrificación de la economía será crucial. 

De esos 41.000 millones, 21.500 se destinarán a la inversión en redes, principalmente en los Estados Unidos; mientras que otros 15.500 millones de euros estarán encaminados a la instalación de energías renovables (sobre todo, en proyectos eólicos offshore situados en los Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania). 

De este modo, Estados Unidos continúa siendo uno de los mercados estratégicos para la compañía y un pilar clave de su estrategia de crecimiento, al focalizar el 35 por ciento de las inversiones previstas. 

Iberdrola rebaja su objetivo de inversión 

Pero, pese a lo abultado de estos planes de inversión, lo cierto es que Iberdrola había anunciado previamente cifras superiores.  

En concreto, la compañía había hablado de un desembolso de 47.000 millones entre 2023 y 2025, con inversiones de 17.000 millones en renovables y de 27.000 millones de euros en redes. 

Con todo, estas cifras de inversión le sirven a la compañía para mejorar las previsiones de beneficios, que crecerán a un ritmo “de dígito simple alto” hasta alcanzar una horquilla entre los 5.600 y los 5.800 millones de euros en 2026.  

Por su parte, el ebitda se situará entre los 16.500 y los 17.000 millones de euros en 2026.