BlackRock coloca el componente social a la cabeza de su lista de prioridades

El gigante no se conforma con sus exigencias medioambientales. Ahora pedirá a sus participadas mayor visibilidad y compromiso con 'lo social'

Cuando BlackRock señala en una dirección el conjunto de la industria de la inversión vira su rumbo. El mayor inversor del mundo no siempre es el primero en indicar una prioridad a la hora de formar carteras, pero sí que su opinión suele ser una de las más determinantes a la hora de marcar tendencia.

Así sucedía hace unos meses con la renombrada carta de su consejero delegado, Larry Fink, en la que avisaba a las compañías que aspiran a tener a BlackRock en su accionariado: no estarán en él si no han sellado el compromiso y marcado una hoja de ruta para rebajar a cero sus emisiones contaminantes. Y con una fecha tope: 2050.

Sin embargo, el gigante estadounidense no sólo tiene la vista puesta en la sostenibilidad medioambiental, aunque esta haya sido su gran foco en los últimos años. BlackRock también está, progresivamente, dando peso a la S y a la G de la ESG (Environmental, Social & Corporate Governance). 

El firma está presente en el capital de casi el 99% de las compañías que integran el índice S&P 500

El último paso lo dio la semana pasada al recordar que va a tener el foco en otros criterios medioambientales, más allá de las emisiones contaminantes, como es el impacto de las compañías en la deforestación y en el uso de materias primas, como el agua.

También, en el componente social, porque va a colocar bajo la lupa el cumplimiento de sus participadas en cuestiones directamente relacionadas con los derechos humanos, según ha transmitido en un informe que recoge la agencia Bloomberg. 

De esta forma, presionará a sus participadas no sólo en el caso de detectar, asegura, que se estén incumpliendo con las mejores prácticas vinculadas a los derechos sociales, sino que, además, las compañías tendrán que realizar un “robusto” desglose de esas prácticas y actuaciones. 

Mejorar la información y la transparencia

Respecto a estas cuestiones medioambientales y sociales en las que va a poner el foco, la firma norteamericana asegura que va a exigir a las compañías que detallen cómo ha sido el comportamiento y la actuación de los consejos de administración en lo relativo a la gestión de estos componentes de la ESG.

Y, en caso de detectar que no se está cumpliendo con lo que exige, BlackRock ya adelanta que votará en contra de los consejos de administración que no actúen en función de estas prioridades. 

En este sentido, recuerda en el citado informe que una compañía que falle a la hora de supervisar de manera efectiva, puede afrontar consecuencias negativas, tanto desde el punto de vista de la regulación, como en lo relativo a los riesgos reputacionales y operativos. Además, apunta que los ‘stakeholders’, ya sean empleados, consumidores, además de los inversores, exigen de forma creciente que respeten estos criterios ligados con la sostenibilidad social.

La gestora se fija en los consejos de administración

Esta no es la primera vez que BlackRock marca exigencias a los máximos órganos de dirección de las compañías cotizadas. Hace sólo unos meses, requería a los consejos de administración un mayor compromiso con la diversidad.

En concreto, les instó a mejorarla desde un doble punto de vista. Por un lado, el racial, sobre todo en mercados como el estadounidense y tras un 2020 marcado por el movimiento 'Black Lives Matter'. Por otro, la diversidad de género, impulsando la presencia de mujeres en la cúpula de las empresas. 

La gestora ya exigido a los consejos de administración de sus participadas más diversidad, tanto racial como de género

Para ello, a finales de año, adelantó que penalizará a aquellas empresas en la que la presencia femenina en los consejos de administración sea inferior a la media de su sector. 

En un movimiento similar, aseguró hace unas semanas que penalizará a aquellas empresas que, en treinta años, no dejen a cero el contador de sus emisiones contaminantes.

Pero también avisó a los consejos, porque les va a exigir una mayor implicación y especialización en materia de sostenibilidad. Una formación que debe alcanzar al conjunto del órgano de dirección y no sólo a alguno de sus integrantes. 

Estas exigencias son de calado por la relevancia de BlackRock como inversión. Según recoge Bloomberg, la gestora de fondos estadounidense está entre los cinco principales accionistas de, casi, el 99% de las compañías que integran el índice S&P 500. En España también es clave en algunas empresas del Ibex 35. Por ejemplo, tiene más de un 5% del capital de grandes cotizadas como Santander, Iberdrola o BBVA.

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