Exxon Mobil se encuentra de nuevo en el punto de mira de los inversores preocupados por el medio ambiente, que dicen que la compañía está muy por debajo de sus compromisos relacionados con el clima.

Las críticas al gigante de los combustibles fósiles, cuya industria es la principal culpable del calentamiento global, se han convertido en un ritual anual en la junta de accionistas de la compañía, que este año está prevista para el 29 de mayo.

Pero esta reunión de este año será particularmente intensa ya que Exxon ha demandado a dos grupos centrados en el clima: Arjuna Capital y Follow This, una organización sin fines de lucro con sede en Ámsterdam.

En respuesta, el sistema de jubilación de empleados públicos de California, el mayor fondo de pensiones público de EEUU y propietario de aproximadamente una participación del 0,2 por ciento en Exxon, está considerando votar en contra de la reelección del director ejecutivo, Darren Woods, informó el Financial Times la semana pasada.

Y la organización sin fines de lucro Majority Action, un grupo de accionistas y activistas, está pidiendo a los inversores que se opongan a la elección de los directores de Exxon (incluidos Woods y el principal director independiente Joseph Hooley) por “atacar la democracia de los accionistas y no abordar el riesgo climático”.

Exxon dijo en un comunicado que se deben detener estos intentos de rechazar a su junta directiva. “Al decirle a la gente que vote en contra de nuestra junta, estos grupos están dejando claro que apoyan el abuso continuo del sistema”.

La votación se produce tres años después de que el inversor activista Engine No. 1 sorprendiera a Exxon con una exitosa lucha por poderes para instalar en su junta directiva a tres directores que abogarían por cuestiones climáticas.

Sin embargo, hay poca evidencia de que Exxon sea vulnerable a un esfuerzo similar esta vez.

Las acciones de Exxon subieron un 25%

Esto se debe en parte a que las acciones de la compañía subieron casi un 25 por ciento durante el año pasado, y las cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza, ya disminuidas por un ataque sostenido de lobby republicano y petrolero, fueron postergadas aún más debido a las preocupaciones sobre la seguridad energética a raíz de la guerra de Rusia contra Ucrania.

En este caso, Calpers y Majority Action tienen dos críticas principales a Exxon: el historial medioambiental de la empresa y sus preocupaciones sobre la demanda que presentó.

En cuanto al medio ambiente, Exxon sigue siendo el mayor productor estadounidense de petróleo y gas y el mayor emisor de dióxido de carbono entre las empresas propiedad de inversores.

La compañía con sede en Texas también tiene los objetivos de reducción de emisiones más débiles entre las “supergrandes petroleras” del mundo, según Carbon Tracker.

“Los derechos de los accionistas son daños colaterales en los intentos de Exxon de evitar la responsabilidad por no gestionar sus contribuciones al riesgo climático”, señaló Eli Kasargod-Staub, director ejecutivo de Majority Action, en un comunicado.

Exxon ha respondido a quejas como ésta afirmando que sus emisiones están disminuyendo más rápido que el promedio mundial. La compañía también dice que sus objetivos climáticos son realistas porque son consistentes con las operaciones que controla.

Los críticos de la compañía petrolera no se apaciguan con tales explicaciones.

Exxon tiene “una estrategia de décadas de negación, desinformación y demora sobre el clima”, según Majority Action.

Las demandas calientan la junta de accionistas

Un tema que ha enojado a los activistas este año incluso más que la supuesta intransigencia climática de Exxon es su decisión de demandar a Arjuna Capital y Follow This.

Buscando bloquear una propuesta de los grupos, la compañía petrolera alegó en documentos judiciales que se convirtieron en inversores de Exxon “únicamente para hacer campaña por el cambio a través de propuestas de los accionistas que están calculadas para disminuir el negocio existente de la compañía”.

En febrero, Arjuna y Follow This retiraron su propuesta, que pedía “acelerar aún más” los planes de reducción de emisiones de Exxon. Arjuna instó a Exxon a retirar su demanda y acusó a la empresa de intentar silenciar a los inversores preocupados por el medio ambiente.

De hecho, Exxon ha dicho que espera utilizar el caso para forzar un endurecimiento de las reglas de la Comisión de Bolsa y Valores sobre qué propuestas se incluyen en las votaciones por poder.

La compañía dice en una publicación web que “a los activistas con acciones mínimas o incluso sin acciones no se les debería permitir volver a presentar propuestas que no aumenten el valor para los accionistas a largo plazo”.

Majority Action dijo que el impulso legal de Exxon es “un ataque sin precedentes a sus propios accionistas que parece tener como objetivo sofocar las preocupaciones de los inversores relacionadas con la gestión de los riesgos financieros relacionados con el clima por parte de la empresa”.

El asesor proxy Glass Lewis se sumó a la antipatía hacia Exxon cuando este lunes instó a los accionistas a rechazar la reelección de Hooley como director principal, citando “tácticas inusuales y agresivas” contra los inversores activistas.

Calpers estuvo de acuerdo. El fondo de pensiones dijo en un comunicado que “anima a otros inversores a unirse a nosotros para expresar su oposición a esta demanda, que intenta silenciar a los inversores”.