El sector industrial se queda atrás en la reducción de emisiones en Europa
La pandemia de la COVID-19 va a producir un fuerte descenso en la emisión de gases contaminantes. Un proceso que se revertirá con la reactivación económica si no se impulsan nuevas regulaciones a nivel nacional
El ritmo de reducción de emisión de gases de efecto invernadero en la Unión Europea es desigual dependiendo de los sectores que se tomen de referencia. De acuerdo con el Informe anual de progreso de la acción climática de la UE de la Comisión Europea, las emisiones se redujeron el año pasado un 3,7%, pero gracias a las empresas energéticas. Otros grupos, como la industria, se quedaron a mucha distancia.
La presión de los inversores, financiadores e instituciones públicas sobre este grupo de empresas se está traduciendo en una alta proactividad de las empresas energéticas en la reducción de gases de efecto invernadero.
El año pasado las emisiones se redujeron un 3,7% respecto a las cifras de 2018
Así, el Sistema de Comercio de Emisiones (EU ETS) se redujo un 9,1% frente a 2018, arrastrado por el caída del sector energético, que llegó al 15%-, gracias al incremento del uso gas y fuentes renovables.
La industria, por el contrario, se quedó muy por detrás de esta tasa, con una rebaja de apenas el 2%. La aviación que vivió un año récord -no como este 2020-, por el contrario, vio aumentar el nivel de emisiones en un 1%.
El objetivo a 2030 es viable
La Comisión Europea confía en que, a este ritmo, los objetivos a 2030 son alcanzables. En este sentido, la comisión apunta que “la UE va bien encaminada para lograr su objetivo en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015 en París”.
Sin embargo, Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo del Pacto Verde Europeo, ha insistido en que es necesario doblar los esfuerzos.
"La Unión europea está demostrando que es posible reducir las emisiones y hacer crecer su economía. Sin embargo, el informe de hoy confirma una vez más que debemos redoblar nuestros esfuerzos en todos los sectores de la economía para alcanzar nuestro objetivo común de neutralidad climática para 2050", señaló en su cuenta de Twitter.
"La transición es factible si nos atenemos a nuestro compromiso y aprovechamos las oportunidades de recuperación para reiniciar nuestra economía de una manera más ecológica y resistente y crear un futuro saludable y sostenible para todos", valoró Timmermans a continuación.
El efecto de la COVID-19: un descenso del 11% en 2020
La CE estima que, durante el primer semestre del 2020, las emisiones se redujeron un 11% respecto al mismo periodo del 2019 -la pandemia de la COVID está afectando a las cifras y se anticipa que provocará en 2020 una caída nunca vista en el volumen de emisiones-, pero sería un suma y sigue con lo que se ha logrado hasta el momento.
De acuerdo con la Comisión Europea, en 2019, el nivel de emisiones ya se situó un 24% por debajo de los que se registraban hace tres décadas, colocándose por detrás de los niveles de 1990.
En el primer semestre del 2020, las emisiones se redujeron en un 11% respecto al año anterior
La caída de este año, sin embargo, se moderará a medida que se recupere la economía y siempre y cuando no se pongan en marcha nuevas políticas nacionales que den otro empujón a la transición verde.
La Unión Europea también está poniendo de su parte para fomentar esa transición nacional. Los objetivos medioambientales van a ser claves para poner disfrutar de los fondos europeos que se repartirán a través del fondo NEXT Generation.
España, de hecho, ya ha dado el paso con la puesta de largo de su proyecto sobre hidrógeno verde y varias empresas del IBEX, como Endesa o Repsol, ya han reconocido que esperan poder optar a fondos europeos para poner en marcha algunos de sus proyectos y persistir en su transformación hacia el verde.