Los inversores españoles, más concienciados con la gobernanza que el resto del mundo
Una encuesta de Deutsche Bank refleja que el 79% de sus clientes en España desea que sus inversiones tengan un impacto positivo, lo que supone más concienciación que la media global
La pandemia del Covid-19 ha influido en la percepción de los inversores en las cuestiones de sostenibilidad ambiental, social y de buena gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) y el impacto en sus inversiones, aunque no se ha expresado de la misma forma en todas las regiones.
Según revela una encuesta de Deutsche Bank, más del 75% de los participantes se muestra de acuerdo en que las inversiones deberían tener un impacto positivo para el planeta y el 57% admite que la crisis del coronavirus se lo ha hecho sentir con más fuerza.
El banco alemán ha llevado a cabo un muestreo entre más de 2.100 clientes de diez países, incluidos España. En nuestra economía, el 79% de los inversores desean que sus inversiones tengan un impacto positivo, lo que supone más concienciación que la media global.
El aspecto ESG que más preocupa a los españoles es el medioambiental, al igual que en la mayoría de los países de Europa, sin embargo, las cuestiones de gobernanza tienen más peso que en el resto de regiones.
El 63% de los empleados está muy preocupado por el medio ambiente
De media, un 63% de los encuestados en España percibe que "el impacto negativo de todos los problemas ambientales es extremadamente apremiante", frente al 50% globalmente.
Esta preocupación por el impacto ambiental podría deberse a la situación geográfica del país y su modelo económico, según ha explicado la directora de inversiones de Deutsche Bank en España, Rosa Duce, en una presentación este martes.
De los tres factores ESG, la 'E' es el más prioritario para un 41% de los españoles, aunque Duce ha destacado la influencia de las cuestiones de gobernanza, mencionadas por un 34% de los encuestados españoles, frente al 22% de los encuestados a nivel global que prioriza la 'G'.
Para Deutsche Bank, este mayor énfasis de los inversores españoles en las cuestiones de buen gobierno no estaría relacionado con los escándalos de corrupción empresarial en España, donde también se ha cuestionado a ciertos sectores como la banca por sus procesos de despido colectivo (ERE) y las subidas salariales a directivos en plena crisis sanitaria.
"El incremento del peso de los factores sociales y de gobernanza está ocurriendo en todos los países y toda la industria está intentando darles más peso. Creo que es la dirección en la que debemos movernos", ha aseverado Duce.
ESG como herramienta para la gestión de riesgos
El mejor desempeño de las empresas con buena gobernanza durante la pandemia, que se han comportado más estables, ha contribuido a visualizar que este factor cobra sentido como uno de los indicadores de riesgo, según ha explicado Christian Nolting, director de inversiones global de Deutsche Bank.
"La ESG se ha vuelto cada vez más importante en la toma de decisiones de inversión. La integración de criterios sostenibles es uno de los asuntos que más ha cambiado la asignación de activos de las carteras", ha añadido.
Tres de cada cuatro encuestados afirmaron que la pandemia ha subrayado la importancia de la gestión de riesgos en las carteras y la mitad considera que la inversión basada en criterios ESG puede ayudar a gestionar el riesgo de una cartera.
Los criterios ambientales, los más referidos
En términos generales, los criterios ambientales se consideran los más importantes en la inversión sostenible para la mayoría de inversores, con especial atención entre los europeos.
Así a nivel global, para el 47% de los encuestados, la parte ambiental es la temática más destacada en el ESG, por delante de los factores de gobernanza (27%) y sociales (26%).
Dentro del pilar medioambiental, el mayor apetito de los inversores se dirige a los asuntos de cambio climático (46%).
Otros asuntos ambientales que conciernen a los inversores son la degradación de la tierra (21%), la contaminación de los océanos (16%) y la pérdida de biodiversidad (11%).
La pérdida de biodiversidad debe ser un tema central
La pérdida de biodiversidad, a pesar de que es uno de los aspectos menos considerados en la encuesta, se proyecta como uno de los cinco principales riesgos ESG para 2030.
Según los expertos del banco, la pérdida de biodiversidad es un tema central que debe tenerse en cuenta a la hora de tomar decisiones de inversión.
"La biodiversidad sustenta muchos sistemas ambientales, sociales y de gobernanza y, por lo tanto, es probable que la pérdida de biodiversidad sea un foco de preocupación cada vez mayor para el público y los inversores”, ha advertido Nolting, director de inversiones global de Deutsche Bank.
Las mujeres toman más conciencia
El estudio revela que las mujeres inversores tienen una mayor sensibilidad en cuestiones de sostenibilidad, especialmente en los sociales. Ellas dan 31% de peso a la 'S', frente al 25% de los hombres.
Entre las mujeres, además, un 53% considera la su inversión debe tener un impacto positivo en el mundo, frente al 40% de los hombres encuestados por Deutsche Bank.
Por edades, la encuesta destaca que la pérdida de biodiversidad es una cuestión que preocupa más a los inversores 'millenials' —un 13% lo considera clave— y el 18% de los inversores más jóvenes señaló que la contaminación de los océanos supone una presión.
Entre los clientes de pequeñas y medianas empresas de Deutsche Bank, más de la mitad de los encuestados consideró que el cambio climático es preocupante para su negocio.
No obstante, solo un cuarto de este tipo de clientes cuenta con una estrategia en ESG. Un 23% tiene en cuenta la biodiversidad en su estrategia.