Los ecologistas presionan a Repsol, Cepsa y a las petroleras por Ucrania

Greenpeace estima que las petroleras han obtenido 3.300 millones de ingresos adicionales desde que arrancó la guerra en Ucrania. Las españolas son las cuartas más beneficiadas de Europa

Estación de servicio Repsol con totemismos a la izquierda en un jardín con setos

Las grandes petroleras han recibido millonarios ingresos extraordinarios derivados del aumento del precio del crudo a causa de la guerra de Ucrania, según defiende el ecologismo.

En un informe distribuido este jueves, Greenpeace estima en 3.300 millones de euros gracias a la fuerte subida de los carburantes desde que comenzara la ofensiva de Vladímir Putin sobre Ucrania. El diésel, por ejemplo, se ha encarecido un 60 por ciento desde entonces.

Y las grandes petroleras españolas, como Repsol o Cepsa, se estarían beneficiando. De acuerdo con Greenpeace, España fue el cuarto país europeo más rentable para las petroleras desde el comienzo del conflicto bélico.

Más de 100 millones diarios

Los ecologistas calculan que la industria española ha registrado una media diaria de 7,6 millones de euros en ingresos adicionales; 7 millones por la venta de diésel y algo más de medio millón por la de gasolina (las cifras diarias podrían ser menores ahora tras los descuentos voluntarios que Repsol o Cepsa han aprobado).

En total, de acuerdo con Greenpeace apuntan, en lo que llevamos de guerra las petroleras que operan en España habrían ingresado más de 235 millones de euros derivados del conflicto.

Solo tres países fueron más rentables para el sector petrolero que España. Alemania, donde el sector se ha embolsado más de 1.180 millones, y Francia e Italia, con 412 y 387 millones respectivamente. En total, Greenpeace calcula que las petroleras habrían ingresados 3.300 millones de euros adicionales desde que Rusia invadiera Ucrania.

Solo en marzo, la industria obtuvo ingresos adicionales por encima de los 100 millones de euros. Beneficios “inmorales”, según Greenpeace, ya que se enmarcan dentro de un contexto “donde la ciudadanía europea está sufriendo precios de récord en las gasolineras”.

Repsol: más de 1.500 millones en bolsa

Pero no solo las cuentas de las petroleras han sido engrosadas durante el conflicto. La comunidad inversora también se ha visto beneficiada de los altos precios de los combustibles fósiles.

Las acciones de Repsol han subido un 8 por ciento desde el pasado 24 de febrero, fecha marcada en rojo al ser el inicio de la invasión rusa.

En términos absolutos, su capitalización bursátil ha aumentado en más de 1.500 millones de euros hasta superar los 18.700 millones. Cepsa, por su parte, no puede ser cuantificada ya que no es una empresa cotizada.

Junto a los grandes beneficios derivados de las ventas de crudo, Repsol ha esquivado el conflicto gracias a que no contaba con exposición directa a Rusia, después de que a finales del pasado enero completara su salida definitiva del país.

La subida de Repsol supera con creces la del índice Eurostoxx Oil & Gas, cuya revalorización en este periodo ha sido ligeramente superior al 1,5 por ciento.

Dentro del índice, la compañía italiana Tenaris, cuya actividad se centra en la construcción de tuberías para la industria energética, incluidas las que transportan petróleo y gas, ha sido la gran beneficiada, con una subida del 29 por ciento. Solo la finlandesa Neste, que también produce derivados del crudo, se acerca a este rendimiento con un ascenso del 27 por ciento.

Siguiendo los datos de Greenpeace, Finlandia fue otra de las regiones que ha dejado una millonaria rentabilidad para las empresas de la industria, con unos ingresos extra de más de 4,5 millones de euros, casi todo proveniente del diésel, en conjunto con Suecia y Dinamarca.

El informe concluye que entre enero y marzo, los precios de la  gasolina subieron 19,38 céntimos por litro, mientras que los del diésel aumentaron entre 30 y 31 céntimos por litro.

Shell y BP sufren pese a su adiós a rusa

Aunque los beneficios han sido una tendencia entre las mayores economías europeas, algunas de las compañías que abandonaron su actividad en Rusia como forma de penalización han sufrido un impacto mayor en sus cuentas.

Shell, una de las primeras grandes compañías en anunciar su salida, anunció este miércoles que el conflicto supondrá la pérdida de entre 4.000 y 5.000 millones de euros, después de abandonar el 27,5 por ciento que tenía en el proyecto de gas en alta mar Sakhalin-2, uno de los más ambiciosos planes de infraestructura gasista del mundo.

El balance anunciado por la petrolera anglo-neerlandesa supone la pérdida del 2 por ciento de su capitalización bursátil, si bien las acciones sí han ganado desde el inicio del conflicto. Concretamente más de un 7 por ciento, lo que supone más de 12.000 millones de euros que han llevado su valor de mercado a superar los 160.000 millones.

La francesa BP, que también abandonó sus activos rusos al desprenderse del 19,75 por ciento que controlaba en la petrolera estatal Rosneft, ha ganado un 4 por ciento en Bolsa hasta engrosar su capitalización con más de 3.000 millones. Ahora, supera ampliamente los 74.000 millones.

Otra francesa, Totalenergies, sí ha registrado un retroceso, del 4 por ciento, desde que comenzara el conflicto bélico, siendo uno de los valores que más ha perdido del subíndice del Eurostoxx.

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