Derechos humanos y empresas: ¿cómo lo cambia todo la diligencia debida?

El Foro Social Investor desgranó todas las implicaciones de la directiva de diligencia debida para las empresas y el conjunto de la UE. Duración: 40 min

El debate central del foro abordó la debida diligencia y su impacto en la productividad de las empresas. Subieron al escenario Joaquín Guerola, de PwC (izquierda); Borja Miranda, de Sodali & Co; y María Lledó, de Acento. Moderó María Gómez Silva (derecha).

Bruselas vuelve a señalar el camino a las empresas con la aprobación, en julio pasado, de la directiva sobre diligencia debida de las empresas, que tiene como objetivo principal fomentar los derechos humanos y la sostenibilidad en las cadenas de suministro de las compañías, también cuando operen fuera de la Unión Europea. 

Afectará a las empresas con más de 1.000 profesionales en plantilla y una facturación superior a los 450 millones, pero también (indirectamente) a las pymes que ejercen de proveedoras de las grandes. Ahora se abre un plazo de dos años para su transposición a la ley española (en 2027), cuya cuenta atrás ya ha empezado. 

La directiva de diligencia debida, explicada por expertos

De la directiva, el marco legislativo en el que se inserta y cómo afectará a las empresas españolas trató uno de los debates principales del Foro Social Investor, organizado por la revista Inversión y celebrado el 28 de noviembre en la Fundación Telefónica de Madrid. 

Moderada por la periodista María Gómez Silva, en la ronda de expertos participaron Joaquín Guerola, socio de riesgos y sostenibilidad en PwC España; María Lledó, directora para asuntos europeos de Acento; y Borja Miranda, managing director en Sodali & Co

“A primera vista, puede parecer un desafío para las empresas pero, al final, es una oportunidad. Europa está marcando un camino y el objetivo es esa economía más ética, más resiliente y, sobre todo, más competitiva”, explicó Lledó, que hasta el pasado 1 de septiembre ocupó el cargo de secretaria general para la UE en el Ministerio de Exteriores. 

“Es muy importante el objetivo de fomentar la sostenibilidad de las cadenas de valor más allá de la Unión Europea. Tiene un carácter extraterritorial porque, al final, los derechos humanos y el cuidado del planeta no tiene fronteras o no debería tenerlo”, apuntó por su parte Guerola. 

Así, las empresas europeas tendrán que asegurarse de que sus proveedores, tanto dentro como fuera de la Unión Europea, ofrecen unas “condiciones de trabajo saludables, seguras, igualdad de oportunidades, no discriminación...”, puntualizó Miranda. 

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